Suscribete
 
1255 15 Febrero 2013

 

Estado fallido y autodefensa civil
José Antonio Villalobos

Monterrey.- Los denominados “Grupos Civiles de Autodefensa Comunitaria”, son sin duda alguna una firme manifestación de que el estado ha sido rebasado por la realidad: los grupos de delincuencia organizada, todos, los auténticos y alguno que otro imitador, tienen el control territorial en extensas zonas de la nación.

Es una manifestación contundente de que las fuerzas policiacas y la milicia ha sido infiltrada, cooptada, a grado tal que sus miembros ante la imposibilidad de “hacerse los ciegos, los de la vista gorda”, prefieren simplemente desertar.

En Nuevo León por ejemplo, un estado con 51 municipios, cerca de una veintena no cuentan con cuerpo policiaco alguno, no existe el órgano municipal que resguarde la integridad de los ciudadanos, y donde sí hay cuerpo policiaco, es simplemente insuficiente, no cumple con los estándares requeridos en cuanto a integrantes, ni certificación en exámenes de confianza, es más, ni porte de arma han aprobado.

Esta situación es por demás recurrente en los estados de la república, más aún si eso ocurre en N.L., que se supone un estado con recursos económicos, imaginemos las condiciones en estados con menos recursos locales y federales. Algunas comunidades han recurrido a lo que llaman “los usos y costumbres” tradicionales que van desde la detención ciudadana, y el juicio sumario comunitario, hasta un linchamiento público del presunto delincuente cuando este es aprehendido “in fraganti”.

El detalle es que eso contrapone a lo dispuesto en la carta magna cuando se ha establecido que nadie puede ejercer justicia por mano propia, fuera del aparato judicial del estado. Pero ¿si el estado se ha visto más que inoperante?, ¿qué hacer? Tristemente, lo más inesperado.

Por ejemplo, el gobernador de Guerrero, se dice respetuoso de esos “usos y costumbres” y de cierto modo legitima esa práctica, Osorio Chong desde la Secretaría de Gobernación invita a los integrantes de esos grupos civiles a capacitarse, a registrarse en la base de datos de elementos policiacos, es decir nuevamente legitima esa práctica. ¡Qué descaro y cinismo!, delegar en la población civil una obligación de estado, pero cuidado con esto, porque puede ser un entrampe ante el otro escenario.

Pululan las empresas patito que se dicen profesionales dedicadas a ofrecer “seguridad” privada, guaruras, pues, como los de Ninel Conde y Palazuelos. ¿No será que el estado pretenda ofertar a la IP la responsabilidad de la seguridad?, cuidado, porque en una de esas se les sale de control tanto grupo de autodefensa y son aglutinados por los mismos grupos de delincuencia organizada (si lo hizo con fuerzas especiales de tácticas, preparados en el extranjero, que no lo haga con civiles) y los recluta y se manifiestan entonces contra el estado, ahora sí, como “guerrilla urbana”, digo, ya se escuchan algunas voces al respecto, falta que se masifique como ocurre en este caso de la “autodefensa”.

Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, Estado de México, curiosamente coincide con el mapa electoral disidente al gobierno de Peña Nieto, el considerado Estado Fallido, por su ineficacia para brindar la elemental seguridad a sus ciudadanos, mientras aplica dictatoriales reformas a todos los sectores de la sociedad.

Y luego acusan que es por la mala educación, que es responsabilidad de los flojos maestros tanta inseguridad y nini’s, que a falta de oportunidades se incorporan a las filas del dinero fácil, a las cifras de daños colaterales en la lucha contra la delincuencia por parte del Estado Fallido. Y luego dicen que es culpa de los maestros que no enseñaron valores cuando es el estado quien no invierte en educación ni en seguridad, ah, pero sí en gastos de imagen de gobierno. Que conste, yo solamente estoy diciendo

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

15diario.com