Suscribete
 
1260 22 Febrero 2013

 

El poder en Venezuela
Hugo L. del Río

Monterrey.- El hombre fuerte se acoraza en la soberbia: Yo soy el único que sabe cómo gobernar a este país. Si le cedo el lugar a otro, despeñarán a la patria. Por eso me quedo en palacio: no hay otra solución. El caudillo es el único hombre realmente inteligente y enérgico en la nación: los demás son una punta de tarados quienes, hasta con alegría, aceptan serlo y rinden homenaje al poderoso.

Hugo Chávez ganó limpiamente las últimas elecciones. El ex coronel paracaidista proyectó durante años una imagen de risa loca: compararse con Bolívar, por favor. Hoy, es un hombre muy enfermo, si es que aún vive. Chávez no es el clásico dictador militar iberoamericano: es ajeno a la represión. Nadie lo acusa de perpetrar matanzas, de disponer de una policía política con doctorado en tortura.

No hizo un buen gobierno, pero en estos países nuestros, salvo Lula, Dilma y una que otra alma de Dios, de la tierra austral a México, todo es desastre y devastación. Mi tocayo pudo aprovechar los petrodólares para promover el desarrollo de Venezuela. No lo hizo y ahora es demasiado tarde. Hace cosa de ochenta días que sólo lo ha visto la gente del primer círculo y los cubanos. Regresó a Caracas en un avión que aterrizó a las dos de la madrugada, hora local.

Por qué no aprovechar el ascendiente, indiscutible, que tiene entre millones de venezolanos, para llegar con la luz del día a recibir los aplausos de sus seguidores. Estudiantes de varias Universidades se organizaron en la OperaciónSoberbia y exigen que el gobierno informe si Chávez vive y, en caso afirmativo, si podrá seguir gobernando. Si no obtienen una respuesta el lunes harán un plantón ante el Hospital Militar, donde se supone está encamado el Presidente.

Otro grupo, la Mesa de Unidad Democrática del Centro, uno de cuyos directivos es el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, llamó a manifestaciones en toda la República mañana a partir de las diez horas.

Hay malestar no sólo porque nadie sabe de Chávez, sino por el follón que se armará entre los dos príncipes herederos: el oficial, Nicolás Maduro, y el oficioso, Diosdado Cabello. Y aparte está la devaluación del bolívar en un 30 por ciento, el desabasto y la falta de agua, con todo y el Orinoco y el Amazonas a media cuadra. “Ya estamos devaluados todos”, escribió Elides J. Rojas en El Universal caraqueño.

Los chavistas de las clases populares ruegan en sus oraciones que tenga lugar una intervención divina, pero ya Erasmo nos advirtió, hace siglos, que “hacer milagros es antiguo, pasado de moda e impropio de nuestro tiempo”.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

15diario.com