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1262 26 Febrero 2013

 

EL CRISTALAZO
Porrismo, demagogia y cadáveres célebres
Rafael Cardona

Ciudad de México.- Hacer algunos años, cuando Andrés Manuel se sacó de la manga izquierda una falsa universidad para la ciudad de México, arropado por los inatacables compromisos con la educación popular ya atención de las mayorías desposeídas del grano y la letra, muchos advertimos la verdadera intención: formar grupos de afiliación, propaganda de entre los cuáles pudieran surgir cuadros políticos o al menos infanterías para cuando la ocasión lo ameritara. 

Por ejemplo, alguna protesta de primero de diciembre. 

Obviamente quienes eso dijimos fuimos acusados de todo y por todo, hasta por lo no dicho. Hoy, muchos años después, vemos el resultado de ese esfuerzo cultural: la instalación del vandalismo y la utilización de la “universidad” como una arena en la cuál Marcelo Ebrard y Andrés Manuel se disputan, cada uno con sus huestes, la futura dirección del Partido de la Revolución Democrática.

La universidad, por así llamar a ese pozo sin fondo, ha permitido el egreso de apenas un puñado de “estudiantes” cuya capacidad de aprendizaje o es muy lenta, o es infinita, pues la mayoría de los inscritos (casi todos de temporal) nunca han terminado sus cursos. Y la verdad si los terminan, lo mismo daría. 

Pero el conflicto en la universidad (simplemente quieren quitar a una rectora para poner a una amiga o amigo de Bejarano) sirve para muchas cosas. Entre ellas, como se denunció la semana pasada, para hacer hogueras con el único diario abiertamente activo de la izquierda de la ciudad de México, La jornada, cuyos colaboradores nos advierten severos y entristecidos sobre la quema de sus ediciones recientes: “me recordó a los nazis quemando libros (Octavio Rodríguez Araujo) o simplemente (Juan Bañuelos) “son gente en busca de sus puestecitos”.

Pues sean cuales fueren los motivos (o las órdenes) de los incendiarios cuyo combustible ha sido el diario (y por lo cuál se debe protestar como cuando a uno lo dejaron ciego sus propios cuervos), la forma como se ha prolongado este conflicto confirma los diagnósticos pasados: se trata del porrismo académico más acabado de los últimos años y posiblemente el de mayor costo social y económico en esta ciudad. 

Los mil millones de pesos tirados al caño en la operación de este “centro educativo” hoy utilizado por Marcelo Ebrard y Andrés Manuel, uno para ver si logra la presidencia del PRD y el otro para conservar un feudo considerado “suyo” por naturaleza y acta de nacimiento, no se van en el mejoramiento educativo sino en sueldos y gastos de operación.

Obviamente se argumenta la consecuencia inevitable y necesaria de pagarles a los docentes para cerrar el círculo de enseñanza-aprendizaje, pero en este caso no es así, pues no hay ni siquiera alumnos egresados; es decir, les enseñan (en el hipotético caso) pero no aprenden. Y, si lo hacen, no lo culminan, y mucho menos lo aplican en el mundo real.

Y en medio de todo esto hay otro problema de fondo: la persistencia “marceliana” en intervenir y meter la mano en este y otros asuntos del DF, donde ya ha llegado al extremo de mandar llamar a secretarios del actual gobierno para “acordar” con ellos ciertas líneas de estrategia política o propagar a los cuatro vientos paternidades políticas inexistentes con tal de meterle la zancadilla a Miguel Ángel Mancera, quien como todo mundo, tiene un límite. Ojalá no lo hagan llegar a él antes de tiempo.

Por lo pronto René Bejarano ya tiene lista en el arrancadero a Yuriri Ayala, quien conoce muy bien la universidad: se inscribió ahí hace más de ocho años y apenas lleva cursado el 20 por ciento de los créditos de su carrera. Y no, no tiene relación con la paleontología; es “fósil” por otros motivos.

Posdada
Buscan y rebuscan quienes a esos afanes se dedican, los restos de José Guadalupe Posada en el Panteón Civil de Dolores, pues tal es el nombre de ese cementerio, donde los muertos pobres “viven” tan cerca de los ricos de Las Lomas y demás. 

Pues si de algo les sirve a quienes quieren hallar esos restos para construir ahí un cenotafio o pasa los polvos a la Rotonda (como se merecería el gran artista), yo les ofrezco un dato tomado del acta de defunción de don JGP:

“Falleció de enteritis aguda, consunción, el C. Guadalupe Posada de 66 años, Gravador (sic) según consta el certificado que, suscrito por el Médico J. Martínez Calleja, se archiva con las anotaciones de ley”. El compareciente agregó: que el finado era de Aguascalientes, viudo de María de Jesús Vela, e hijo de los finados Germán Posada y Petra Aguilar. ¿Se dio boleta para 6ª clase en el Panteón de Dolores?

Si nadie logra mayores datos, le podrían preguntar a “La catrina”. De seguro ella sabe dónde está Posada.

 

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