Lavado de cerebro
Nora Elsa Valdez

Monterrey.- Los noticieros machacan todo el día que “debemos” millones y billones, los cuáles no hemos solicitado, ni autorizado, ni recibido, y que ahora “tendremos” que pagar, pues “estamos” bien endeudados. ¿Estamos quiénes?

¿Pagaría usted una deuda que un desconocido abusivo pidió, recibió y gastó a nombre de usted, gracias a que un Banco corrupto y cómplice le prestó ese dinero sin que usted se enterara de nada, sólo porque ahora viene el Banco a cobrarle?, ¿pagaría usted esa deuda o metería en la cárcel al bandido y al banquero?

A principios del sexenio pasado, Calderón y Carstens aceptaron una línea de crédito de millones de dólares, según anunciaron con mucho orgullo a su regreso de la primera reunión a la que asistieron juntos en Nueva York, creo que de un G-20. De manera “magnánima” y “desinteresada” les ofrecieron (¿quién?) esa línea de crédito, ese préstamo millonario, sin que supiéramos que ellos lo hubieran solicitado, pues en ese entonces presumían de que México tenía muchísimas reservas monetarias.

Dijeron que ese dinero era sólo por si se llegaba a necesitar, pero al parecer de inmediato “se necesitó” para comprar los millones de vacunas H1N1, y quizá después para las de la gripe aviar y del papiloma, y los huevos. Seguramente el magnánimo “quién” les ofreció a Calderón y Carstens ese préstamo por su personal honorabilidad y prestigio. Y ahora nos dicen que esos “honorables” han endeudado al país por billones, no sólo por millones.

¿Quién, y por qué, presta tan fácilmente millones y billones a todos los políticos en el poder?, ¿qué banco o bancos prestaron tantos billones?, ¿a quiénes?, ¿no es esto lo mismo que le está sucediendo a España, Grecia y muchos países de la Unión Europea, y a Estados Unidos? Banqueros y políticos endeudan deliberadamente a los países, para luego saquearlos con ese pretexto.

Al parecer este es el sistema que ancestralmente han utilizado los banqueros, en contubernio con los malos políticos en el poder, para endeudar a los países. Luego inician su lavado de cerebro repitiendo hasta el cansancio que estamos endeudados y tenemos que pagar una cantidad estratosférica que no pedimos ni recibimos, y que deliberadamente los banqueros y gobernantes corruptos en turno arreglaron a escondidas y sin autorización de los ciudadanos. Por último, utilizan el pretexto de esa deuda para quitarles a los ciudadanos sus bienes como sus casas, sus pensiones, sus hospitales, y saquear los recursos de los países (al tiempo que los militarizan para luego usar la fuerza de las armas contra el pueblo mismo, cuando éste descubre la trampa y se quiere rebelar).

El sistema siempre ha sido el mismo: los bancos tramposos ofrecen dinero para que la gente hipoteque sus casas por una bicoca, para luego quedarse con ellas y enriquecerse. Siempre hemos sabido “de parte de quién” vienen los abusos, las mentiras y las traiciones.

Los banqueros y los políticos corruptos hoy quieren hipotecar nuestra casa: México. Pero como siempre, quieren a México sin los mexicanos. ¿Será por eso que siempre andan queriendo exterminarnos, como a los judíos?

Si ya descubrimos que unos ladrones descarados pidieron y se gastaron los millones y billones que dicen, ¿por qué nos callamos y no hacemos nada?, ¿dónde están los machos mexicanos que se matan con cualquiera?, ¿ahora son corruptos?, ¿mexicanos y mexicanas seguiremos sometidos por los extranjeros en turno, banqueros o no, por los siglos de los siglos sin protestar?, ¿dónde anda nuestra dignidad?, ¿estará en nuestra naturaleza de mexicanos ser sumisos, agachados, pisoteados, indignos, cobardes, mediocres y tontos?

Yo creo que no. Yo creo en la dignidad, nobleza y sabiduría de los mexicanos, y también creo que hemos sido víctimas de muchos engaños. Y también creo que se nos está cayendo por fin la venda de los ojos y estamos empezando a ver la verdad de lo que sucede. Esto es todo lo que necesitamos, porque recuerde que la verdad nos hace libres.