EN LAS NUBES
El cambio en México
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- Han transcurrido cien días y el gobierno tricolor de Enrique Peña Nieto nos hace recordar lo que como candidato nos ofreció: “el cambio en México es inevitable”. Y en Palacio Nacional, ya jefe del ejecutivo, dio a conocer los trece puntos en que descansaría su gobierno.

En ellos menciona, por supuesto, la urgencia de una auténtica reconciliación nacional, la que ya camina inhiesta con el “Pacto por México”. En éste lapso comenzó su respuesta a los cincuenta millones de mexicanos que “viven lamentablemente en pobreza”. Ni olvida “el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos”. Ni mucho menos la “mirada de desesperación de la mujer que mantiene el hogar y no encuentra un empleo”. Da respuesta palpable a los jóvenes y adultos en lo referente a la educación y el trabajo, al fortalecer los artículos 3 y 123 de la Carta Magna.

Peña Nieto, entonces candidato, se dijo un hombre que asume su responsabilidad, que acepta las críticas, que puede no recordar el nombre de un autor de un libro. Pero aún quedan muy claras sus palabras: “lo que no se me olvida es la violencia, la pobreza y la desesperación que vive México. El estancamiento económico, el desempleo, la falta de oportunidades que se padece en nuestro país, desde hace más de una década”.

Como Presidente, hasta hoy ha procurado atender, con su equipo, casi todos los trece puntos enunciados. Quedan pendientes: homologar códigos penales, la infraestructura para incorporar la zona sur de México a la economía global, la puesta en marcha en el país de tres rutas de tren, ampliar el metro de Monterrey y el eléctrico para Guadalajara. Están en espera los proyectos de la aprobación del Congreso.

En México todo, o casi todo, lo que ha dicho o dice el gobierno no huele, se palpa y tiene cuerpo. Veamos, por ejemplo el desenvolvimiento de las ofertas del primero de diciembre. Es un hecho, constitucionalmente, la reforma educativa. La del trabajo. La cruzada nacional contra el hambre. La apertura de telecomunicaciones a la competencia. El programa de prevención del delito. La dotación de seguro a las jefas de familia y apoyos educativos a menores desamparados o huérfanos. La disminución a 65 años la edad para otorgar pensiones a los adultos mayores. La publicación de la Ley de Víctimas. La desaparición del fuero magno.

Está en trámite en el Congreso la reforma solicitada por el ejecutivo para evitar el endeudamiento de estados y municipios. Y en tanto se determina la obligación de garantizar la transparencia como la rendición de cuentas, procede legalmente, como advertencia a líderes y políticos, con la ex presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quien permanece en la cárcel.

Su detención hace tener en mente a los 50 o mas millones de mexicanos que aún viven en pobreza la causa: hurtos, impericias o corrupción, de amigos o enemigos. No debemos olvidar sus palabras de hace poco: “no habrá tolerancia alguna. Sea quien sea”. Recordarle continuamente lo que nos dijo, cuando todavía era candidato a mandar en el país: no dar tregua alguna contra los enemigos de México. Cuidar de los mexicanos y de todo quien, honestamente vive en el país. El cambio en México es inevitable.

Así lo esperamos todos.

carlosravelogalindo@yahoo.com.mx