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1276 18 Marzo 2013

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Acceso libre y universal a la red
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- Con años de retraso respecto de otros países desarrollados y no desarrollados en México se está planteando un nuevo esquema legal en el sector de las telecomunicaciones.

Las posibilidades que abrieron las tecnologías como la internet y la banda ancha para el llamado triple play, y hasta cuádruple play (voz-imagen-información o telefonía-televisión-internet con conexión inalámbrica), han provocado modificaciones importantes en las legislaciones de gran número de países. Los debates y forcejeos fueron la tónica en casi todas partes.

El avance en las tecnologías de las comunicaciones ha hecho necesario modificar periódicamente el marco legal. Así fue cuando se inventó el telégrafo, el teléfono, la televisión. Se desarrollaron nuevos servicios y con ello nuevos negocios. Allí están el telex o el fax, que fueron rebasados por otros medios, pero que en su momento abrieron posibilidades de comunicación hasta entonces inimaginables.

El potencial económico que ha significado la comercialización de estas tecnologías ha sido enorme.

A partir de la llegada de la internet y la banda ancha el sector de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TICs) se ha convertido en el más dinámico de la economía. Las aplicaciones en todos los ámbitos (casa, escuelas, negocios, gobierno, procesos productivos, diseño, etcétera) han propiciado que se acuñe el concepto de sociedad de la información y hasta se hable de una economía del conocimiento. Así de trascendente ha sido el impacto de la diseminación y aplicación inteligente de las TICs.

En el debate político en México la mayor atención se ha desviado hacia las televisoras y los servicios telefónicos, por la explotación casi monopólica de dos tecnologías ya tradicionales. Pero poco se ha dicho sobre las posibilidades que se abren para aprovechar las TICs como motores del desarrollo. No sólo se trata de crear una nueva infraestructura (la banda ancha) y brindar los servicios de comunicación, se trata también del desarrollo tecnológico que va asociado a la fabricación de los equipos, la investigación y desarrollo para sus aplicaciones en las industrias de proceso: la robotización por ejemplo; su uso en todos los ámbitos de la actividad económica y de gobierno, en la recreación, en la cultura.

En países como Corea del Sur o los Estados Unidos el sector de las TICs (bienes y servicios) ha representado una parte muy dinámica de su economía en los últimos diez a quince años. La fabricación de equipos y su exportación han sido significativas. La robotización es toda una línea de aplicación de las TIC en los proceso industriales ya que deriva en ahorro de mano de obra y eleva la producción.

En otros países como Brasil, Argentina o la Unión Europea se han diseñado planes nacionales para el aprovechamiento integral y ordenado de las TICs. Aquí en México cada quien ha corrido por donde ha querido sin ninguna estrategia nacional de por medio. En los dos últimos gobiernos el uso de las TICs se dejó al libre juego del mercado (que no es tan libre dada la monopolización en radio, televisión y telefonía).

Hasta ahora el gobierno mexicano reconoce que la banda ancha es una herramienta útil para acelerar el crecimiento económico y social, al fortalecer la economía del conocimiento y promover el pleno disfrute del derecho a la libertad de expresión y de información.

En las reuniones internacionales convocadas por la ONU para analizar las TICs y la sociedad de la información se ha hecho especial señalamiento para advertir sobre la brecha digital que se está haciendo cada vez más amplia, entre quienes tienen acceso a las TICs y quienes no lo tienen, al interior de los países y entre los países. Esa brecha digital es una forma de retraso, de rezago, frente a las sociedades que han hecho de las TICs una verdadera área de oportunidad. México está en el fondo del abismo digital.

Un ejemplo de la forma en que se han manejado proyectos del gobierno en la materia lo es el de la llamada Enciclomedia. Con un diseño tecnológico atrasado, nula capacitación a los maestros y una muy endeble puesta en operación, la Enciclomedia significó un gasto enorme y un fracaso rotundo. En doce años eso fue lo único que se intentó para utilizar las TICs en el sistema educativo público.

¿Estaremos o no retrasados si el sistema educativo mexicano no brinda acceso adecuado a las TICs?

Algo esencial para hacer de las TICs un verdadero factor de desarrollo es convertir a la internet en un servicio de interés público con acceso universal sin costo para todos los mexicanos. Así son la radio y la televisión abiertas.

Mientras, seguiremos siendo importadores de tecnología y bienes informáticos. Somos meros usuarios de las tecnologías y las apps que se desarrollan en otras partes del mundo.

 

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