PUNTOS CARDINALES
La santa trinidad
Oscar Palacios

San Cristóbal de Las Casas.- Por circunstancias de la vida desaparecí del escenario cotidiano por veinte días. El periplo fue por La Habana, Mérida, Miami. De la Cuba del tercer mundo a la Cuba del primer mundo, pasando por la siempre bella Mérida de mis tiempos estudiantiles.

Todo gracias a un Mecenas –todavía los hay y en mi caso, rindo tributo a la amistad con el más íntimo reconocimiento– que sabe que el dinero es un medio y no un fin, aunque los 35 millonetas del país piensen lo contrario y hasta evadan impuestos.

Pensé que en mi ausencia podía cambiar algo y me llevé la decepción. La novedad, acaso, y para los fieles, la sorpresa del Papa latinoamericano. Pancho, para los cuates, que entre tango y milonga jesuítica llega al devaluado trono de Pedro, –¿y dónde quedó el gallo tricantor?– entre corrupciones y pederastias.

Los jesuitas tienen bien ganada fama de cultos y liberales. Don Pancho representa la antítesis. No dudamos de su cultura pero sí de su liberalidad. Está claro que tiró la toalla el papanazi y lo sustituye el papa-repre, amigo de la parte más oscura de la dictadura argentina de los setentas. Ahora le quieren lavar la cara culpando a la mafia izquerdista de siempre de criticar sin fundamento. ¿Será? El caso es que asume el pontificado ante el escándalo y su sonriente populismo inaugural –muy bien manipulado en los Medios– queda en entredicho.

No habrá nada nuevo bajo el sol brumoso del Vaticano. Quizá salgan del escenario los Opus o los Legionarios y se encumbre una nueva mafia –¿Los Panchos, acaso?–. Seguirán en la oscuridad ignorando los avances de las sociedades modernas. Negarán el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo. Impedirán que los sa-cerdotes se casen y las mujeres sean sacerdotisas. ¿Iglesia de los pobres? Será sólo en el nombre, el del mínimo y dulce Francisco de Asís, diría Rubén Darío.

Que se agarren los gobiernos progresistas del cono sur. El síndrome Wojtyla ha vuelto. Si Juan Pablo II coadyuvó con EUA para acabar con Europa del Este, Don Pancho puede que siga sus pasos en nuestro continente. Urbi et orbi.

Sólo queda un misterio teologal: ¿superarán en tiempo, a Fox, los píos Peña Nieto y Mancera en lamerle el anillo al Papa? Que los laicos respondan.

Y en otros temas, pues seguimos con las reformitis aguda. La reforma educativa va contra viento y marea. Sirvió el estate quieto al SNTE y sigue el alboroto con la CNTE.

Lo de telecomunicaciones marcha entre zonas oscuras que, seguramente, sólo beneficiará a los magnates de siempre. La reforma energética que va dando tumbos con una creciente resistencia. “Pemex ni se vende, ni se privatiza”, grita EPN y eso basta para saber que le pondrán Jorge al niño y los papás serán el sector privado nacional y extranjero.

Ya no hay guerra antinarco, pero las muertes continúan. La estrategia del nuevo PRI en esta materia es genial. No lo menciones y con eso sale del imaginario popular. Ya viene, ya llegó, ya está aquí, el impuesto de IVA en alimentos y medicinas. Sálvese el que pueda. Apúntense en la Cruzada contra el Hambre. El populismo nuestro de cada día, dánoslo hoy. RIP para cualquier esperanza de bienestar.

Mientras tanto, pasa a segunda plana el encarcelamiento de Elba Esther. Al menos estará en el bote año y medio. Como ustedes saben, a los políticos mexicanos siempre les inventan los delitos graves. Luego, poco a poco, según la conveniencia de los hombres en el poder, los van desvaneciendo y una vez que logran la muerte civil del adversario, se hacen los magnánimos y los liberan. La ex maestra milagrosa de lo más que se le puede acusar es de abuso de confianza y que se sepa, sus congéneres magisteriales no la han demandado. Ay profe, eso te pasa por ser cositía y no francesa.

 

Chiapas
En Chiapas todo verdea. Hasta Socama es verde –ay, Manuel Hernández– y todo es la dolce farniente. Se practica el antigatopardismo: que nada cambie para que todo siga igual. Cien días, y aún hay más de nada.

Sigue la impunidad. Hablemos como cristianos dadas las fechas cuaresmales: el que se autoproclamó el redentor Sabines, que devino en el Judas Sabines que se llevó las doce monedas –léase una supermillonada– y dejó al magíster pueblo crucificado con una deuda de nunca pagar. RIP también a la justicia.

Los pasos van lentos pero seguros. Al menos MVC ya corrió a Margarita Martínez Paniagua, ex directora del Cobach. Como bien dice el buen amigo Portela, hay que ver si los numeritos cuadran. Doña Márgara convirtió al Cobach en asilo del amiguismo y el nepotismo, amparada en el gran rata de su jefe. Tanto así que fue una de las sesenta –más o menos– personas que acompañaron al depredador en la última cena el 7 de diciembre pasado. ¿Margarita, está linda la mar? No, pero el presupuesto del Cobach, sí.
Rásquenle, seguro se encontrarán con sorpresas. Confiamos en que el nuevo director, López Pulido, limpie la casa.

Ya van tres meses y no pagan la pensión de los premios Chiapas. ¿Qué pasó don Ricardo Aguilar –¿le pongo Gordillo?–, Secretario de Educación? Usted tan diligente y eficaz y ahora ni fu ni fa. Quién lo diría.

Y ya con esta me despido: cito al periodista norteamericano Jon Lee Anderson: la santa trinidad del periodismo: estructura, idea y sobre todo, ética. La clave: autenticidad. Si un periodista calla, sirve al poder, aunque no quiera.

ospal2@hotmail.com