LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La nueva alianza geo-económica
Edilberto Cervantes
Monterrey.- La evolución de la economía global es cada vez más rápida en términos estratégicos. Ya se ha planteado que la duración de los imperios se ha ido reduciendo. Es el caso del estadounidense que pareciera estar tocando a su fin o al menos llegado el momento de replantearse sus “responsabilidades globales” cumpliendo apenas un siglo de ejercer una posición dominante económico-militar.
La economía de occidente en la que se ubica a Europa, medio oriente, América, Australia y Japón entró desde fines del siglo pasado a un proceso de deterioro del cual no ve la salida. Ya había anticipado el mega especulador George Soros a principios de los noventa que se estaba entrando a una fase de capitalismo despiadado.
Se ha mencionado desde la década de los años setenta la existencia de una gran masa de recursos financieros que no encuentra utilización y acomodo y que deambula por el sistema financiero internacional sin control. La inversión de riesgo en el ámbito productivo se ha reducido al mínimo; de allí que los clientes importantes del sistema financiero sean ahora los gobiernos, de todos los niveles y el crédito al consumo. Los proyectos público-privados o privado-públicos son un instrumento que facilita la participación de recursos financieros privados en la construcción de infraestructura pública como una inversión de mínimo riesgo.
La liberalización de los intercambios; los tratados de libre comercio, aceleró la configuración de un mercado global, el cual en lugar de expandirse va en un proceso de contracción. Sucede que gracias a los avances tecnológicos se requiere menos mano de obra para producir lo mismo; así que puede haber tasas de crecimiento económico positivo pero sin que se genere el mismo número de empleos que antes. Por otra parte, la innovación más importante en las últimas décadas es la que se ha dado en las tecnologías de la información y las telecomunicaciones; sin que ese conocimiento aplicado se disemine, manteniéndose un puñado de países con el dominio absoluto y el disfrute de regalías con una fuerte protección de las leyes de patentes y marcas.
La concentración del ingreso y la desigualdad social se mantienen urbi et orbi; así que el poco o mucho crecimiento sólo genera mayores ganancias para grupos de intereses, sin que se planteen mayores salarios ni una distribución de las ganancias.
La crisis de la deuda soberana en Europa, el estancamiento en los Estados Unidos y los serios problemas de Japón, han creado un escenario internacional con crecimiento económico mínimo, de aquí hasta por lo menos el año 2015.
Las expectativas del FMI son que la economía mundial crecerá un poco menos de un tres por ciento en el 2013, lo cual hasta parece una cifra optimista.
Frente a la debilidad de las economías avanzadas tradicionales, desde hace algunos años se ha ido conformando un grupo de países cuyo comportamiento económico es notable. Se trata del denominado grupo de los BRICS, que se integra con Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica. Hasta hace poco tiempo era un grupo de cuatro países, pero recién se incorporó Sudáfrica.
Aun cuando China no mantendrá las tasas tan elevadas a las que creció en los últimos diez años, el grupo de países en general muestra un desempeño económico significativo. Con excepción de Sudáfrica, los otros cuatro países crecerán a tasas por encima del 6 por ciento.
Se calcula que para el año 2050 los BRICS serán las economías dominantes en el mundo. Todas estas naciones tienen en común una gran población: China e India por encima de los mil cien millones de habitantes; un enorme territorio (casi 39 millones de kilómetros cuadrados), lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales y una enorme cantidad de recursos. Para el año 2050 tendrán más del 40 por ciento de la población mundial.
La China e India serán proveedores globales dominantes de tecnología y de servicios, mientras que Brasil y Rusia llegarían a ser dominantes como proveedores de materias primas aunque ya empezaron a aumentar sus parques industriales. El paso siguiente será la cooperación económica dentro de los BRICS.
El grupo llevará a cabo en Durban, Sudáfrica, la próxima reunión cumbre del BRICS. Se prevé el inicio de negociaciones del tratado para crear un Banco de los BRICS, que movilizará fondos para financiar el desarrollo de infraestructura en los países más retrasados y para apoyar el comercio. El banco será similar al Banco Mundial, pero estará “mejor alineado” con el equilibrio de poder actual en la escena global.
Se proponen crear un mecanismo de reservas para reforzar la estabilidad financiera de los BRICS. El propósito es disfrutar de una mayor autonomía para reaccionar frente a las crisis y no depender tanto del FMI. Los BRICS ven al Banco Mundial y al FMI como instituciones del siglo XX que no saben cómo lidiar con los problemas y retos del siglo XXI, además, denuncian que están influenciadas por las agendas de los grandes países “occidentales”.
Para el 2020, de acuerdo a las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas, las economías combinadas de Brasil, China e India, serán mayores que las de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Canadá, juntas.
Surge un nuevo bloque de poder global con países emergentes y con países recién llegados a la economía de mercado. Es la lucha por el reparto de recursos naturales y el desarrollo industrial con base en la tecnología propietaria y el uso de las TIC. No se trata de un cambio en las formas e intereses a corto plazo, ni tampoco de un cambio en el modelo o estilo de desarrollo. Pero allí están.
