EN LAS NUBES
Guarderías        
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- Otra vez, por enésima se nos habla de guarderías. Ahora toca el turno a Petróleos Mexicanos. Diecisiete de los veinte parvularios para hijos de trabajadores de Pemex tienen graves deficiencias y carencias que deben enmendarse de inmediato para evitar otra tragedia, como aquella del 5 de junio de 2008, en una casa de cunas del Seguro Social, en Hermosillo, Sonora. Allí cuarenta y nueve pequeñines perdieron la vida. Y otros cien sufrieron graves quemaduras, de las que muchos aún no se recuperan.

El IMSS no informa si “sus” guarderías ya están en orden. Ni le importa hacerlo. No olvidamos que nada se ha hecho por castigar a los probables culpables. Como al ex gobernador del estado, ni al entonces director general del IMSS, que en lugar de sancionarlos como pedían los afligidos padres, se premió, a uno con una secretaría, la de Comunicaciones, y hoy con la vocería de su partido, el PAN. Al otro se le permitió seguir en el tráfico del huevo: vende blanquillos.

Bueno que las nuevas autoridades energéticas den la voz de alarma. Mejor todavía si corrigen las anomalías para poner a salvo a las criaturitas. Tras la explosión en la torre ejecutiva de Pemex, el 31 de enero de 2013, que causó treinta decesos y cuya causa aún no ha sido clarificada, se ordenó una revisión exhaustiva para prevenir otra tragedia.

En sus veinte guarderías, seis en el DF, cinco en Veracruz, dos en Tabasco, dos en Tamaulipas y una en Oaxaca, Campeche, Nuevo León, Hidalgo y Guanajuato, se atienden a niños desde los 45 días de nacidos a seis años de edad. Muchas criaturas duermen sobre el piso. Faltan desde salidas de emergencia hasta cuneros, no se diga cunas.

Nadie quiere más sangre de la mucha que ya empapa a México. Por ello, más vale prevenir que tener que lamentar. O como dice el padre Benito en Mérida: “Los buenos momentos hay que fabricarlos, porque únicamente los malos llegan solos”.

carlosravelogalindo@yahoo.com.mx