Toneladas de amoniaco
Hugo L. del Río

Monterrey.- Puede ser una coincidencia, pero el sospechosismo se disparó a todo lo que da. El incendio y explosión en West, Texas, a pocos días de los bombazos de Boston, le eriza la piel al más curtido. Cierto, Fertilizadora West tenía almacenadas 24 toneladas y media de amoníaco, y con ese material no se juega. El incendio comenzó la noche del miércoles.

West, con dos mil 700 habitantes, tiene un cuerpo de bomberos voluntarios. Ellos estaban combatiendo el fuego cuando se produjo el estallido, que se oyó a 70 kilómetros de distancia. La detonación provocó la fuga de vapores tóxicos. Los bomberos (héroes todos, amateurs o profesionales, tejanos o tailandeses) quedaron atrapados en el caos. El estampido provocó un sismo de 2.1 escala de Richter, causó daños en 75 viviendas, un complejo de 50 departamentos y un asilo con 130 residentes cuyo destino se ignoraba al momento de emborronar estas líneas.

La planta tiene un mal historial. No obtuvo la confirmación para operar que debió extenderle Protección Ambiental en 2004; hubo denuncias de mal manejo del amoníaco en 2006, lo que le valió una multa de… 30 dólares, y no ha sido inspeccionada desde 1985. Hay docenas de desaparecidos, casi 180 heridos y en la tarde de ayer se había confirmado la muerte de cinco personas, aunque se sabe que el saldo mortal subirá. ¿Accidente o atentado?

En principio, el FBI se inclina por la primera posibilidad. Ojalá no se equivoquen. Como sea, tenemos que hacer efectiva la política de seguridad nacional. No está descartada una eventual alianza del talibán con los narcos.

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Monitor es un periódico escrito por personas inteligentes para lectores que tienen activa la neurona. Pero este señor del dizque proyecto San Francisco –presume de policía, por Dios– abusa del espacio en su búsqueda de chamba. Debería ir a los programas de TV de Chavana y Besares. Encontrará entes que hablan su, digamos, idioma.