Suscribete
 
1320 17 Mayo 2013

 

HORIZONTE CIUDADANO
Ya llovió
Rosa Esther Beltrán Enríquez

¡Cómo resbala el agua por mi espalda!
¡Cómo moja mi falda,
y pone en mis mejillas su frescura de nieve!
Llueve, llueve, llueve,
y voy, senda adelante,
con el alma ligera y la cara radiante,
sin sentir, sin soñar,
llena de la voluptuosidad de no pensar.

Juana de Ibarbourou

Saltillo.- ¡Qué locura! Es tan poco el espacio y gastarlo en poesías, pero es que no puedo dejar de bendecir a esta maravillosa visitante que apareció radiante para asegurarnos la vida de hoy y de mañana.
Pensar hoy en el agua es ineludible, porque si antes fue símbolo de abundancia, de vida y purificación, hoy trágicamente se asocia a la escasez y es reflejo de la destructiva desigualdad social que la posmodernidad enfrenta a causa de la insustentabilidad en sus usos; con el actual paradigma que subvalora este recurso, no habrá agua que alcance.

El suministro de agua en el país es insuficiente y eso cada día será peor. Como en todo el mundo, el acceso al agua es un asunto estratégico de seguridad nacional, así lo ha decretado la presidencia de la república, pero sabemos que no basta ordenar, es preciso constituir y elaborar políticas públicas y marcos jurídicos nacionales, que tampoco serán suficientes si no incorporan una participación activa de la sociedad en la co-gestión de los recursos naturales y los proyectos de desarrollo, con el involucramiento de los actores locales en la toma de decisiones; en esto último los funcionarios públicos del país están reprobados, son autoritarios, pretenden imponer, no convencer, no saben involucrar a los ciudadanos y tratarlos como tales, además de que, muchos se roban y se enriquecen con el dinero público.

Ante la escasez se agudizan las prácticas como las tomas y la explotación de pozos clandestinos, el desvío de arroyos y ríos, la construcción de represas sin los permisos correspondientes, son formas de apropiación del líquido que dejan sin posibilidades de subsistencia a otros. Cómo enfrentarán los gobiernos esos escenarios, son asuntos de primer orden.

La gestión del agua es ya un tema recurrente en la agenda nacional y se requerirán grandes inversiones, federales y locales para enfrentar esta problemática.

El cuidado y explotación de este recurso exige hacer campañas ininterrumpidas de concientización entre los usuarios, que somos todos; mejorar el diseño de las llaves, aparatos de control en nuestros baños, un sistema de doble descarga en inodoros permite ahorrar agua de 6-9 litros o 3-4 litros, con la vigilancia de instalaciones, impediremos las fugas en nuestras casas; se requiere la sustitución de redes de distribución pública que propician fugas hasta del 35 por ciento del líquido. Para el cuidado de plantas y jardines, se recomienda regar en horas con menos calor para evitar que el agua se evapore.

Es necesario impulsar un gran programa de cooperación entre el gobierno federal, los locales y municipales ,y  generar ideas y políticas con los usuarios para consumir menos y propiciar igualdad en el acceso a este recurso.
Es muy común que los vecinos rieguen el pavimento y la cochera en lugar de barrer y trapear, y que otros lavan sus coches con manguera, con ello el desperdicio es enorme, pero aquí no se penaliza el mal uso del agua y es importante que existan sanciones por ello.

La Conagua tiene en la red una página muy didáctica, con sesenta y un “Recomendaciones para ahorrar agua” y son muy eficaces, sígalas, así protegerá su derecho humano de contar con un abasto seguro, pero también compártalas con sus hijos y empleados, edúquelos en el uso responsable del agua.

¿Cuánta agua potable es mal utilizada cada año en los hogares de Saltillo y su área conurbada? ¿Lo saben Ceas y Agsal, encargados de proveer el vital líquido? Si tienen el dato, no lo han dado a conocer. Si carecen de tal estadística tampoco lo sabemos, la magnitud del derroche se desconoce. ¿Podrían informarnos, cómo se ha modificado el promedio de consumo mensual por persona en las décadas de 2000 y lo que va de 2010 a 2013, hay informes de que, en promedio, se consumen arriba de 200 litros diarios, más alto que en Monterrey, ubicado en 130 litros.

Promover el ahorro del agua es posible si desde el gobierno hay oficio político y técnico, y desde la sociedad, voluntad de cambiar para ahorrar, usando el agua con responsabilidad y sin desperdicio, porque el que hayan llegado las lluvias no significa garantía en el abasto para la población.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

15diario.com