HORIZONTE CIUDADANO
Mátalas, pégales, maltrátalas
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Saltillo.- “Yo le pego a mi mujer/ Soy muy hombre/ Yo la dejo sin comer/ Soy muy hombre/ porque eso es lo que hay que hacer/ Soy muy hombre(…)”
Esta es la letra de una muy antigua canción de Pedro Infante.
También Alejandro Fernández gravó la canción, “Unas nalgadas” cuya letra justifica e incita la violencia masculina contra las mujeres, aunque el “Potrillo” resaltó el tono jocoso del tema que según él, no pretendía ofender, sino divertir.
No es necesario dar muchos ejemplos para mostrar que la cultura machista tiene una vigencia robusta, sólida, granítica, ubicua. Sí, como la humedad penetra todos los aspectos, culturales, simbólicos y políticos de la vida social de México, que por cierto, ha ocupado el primer lugar dentro del ranking mundial de muertes violentas de mujeres, aunque habrá que aclarar que desde 2007 con la “guerra contra la delincuencia organizada”, la virulencia de este fenómeno se ha multiplicado a niveles inverosímiles.
Según informes de expertas, cada 15 minutos una mujer es maltratada y el Inegi agrega que 67 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia.
Saltillo es una ciudad particularmente violenta, por ello desde hace más de 3 lustros surgieron organizaciones civiles que decidieron ocuparse de establecer refugios para proteger a las mujeres maltratadas víctimas de la violencia.
Es el caso de Nuevas Opciones de Vida AC, un refugio que nació en 1996 por la iniciativa de las mujeres empresarias Rotarias, que emprendieron la tarea de ser mujeres ayudando a mujeres. El proyecto comenzó como un centro externo con apoyo económico del gobierno del estado y del club rotario, ahora recibe fondos federales de la secretaría de Salud y de un patronato, pero no se puede decir que la situación económica esté resuelta.
La experiencia ayudó a que el refugio creciera, de manera que ahora tiene mayor estabilidad y nuevos proyectos impulsados por su patronato; Nuevas Opciones de Vida hace 3 años estableció un consultorio para varones violentos; ahora las internas al egresar del refugio pueden ingresar a una casa de apoyo y de ahí se buscará que cuenten con un empleo y vivienda digna, y que los niños se inscriban en escuelas al salir del albergue, así como la recuperación de la dignidad de las víctimas, de ahí el propósito de impulsarlas a que sean autosuficientes.
Las necesidades de estos albergues son múltiples: hay que pagar al maestro de computación, la maestra de belleza, la de corte, psicóloga, abogada, enfermera, alimentos, medicinas, ropa, agua, luz, gas, teléfono.
El sábado pasado, un grupo de jóvenes voluntarios del organismo, de nombre “Somos Uno” organizó un convivio con las señoras usuarias y los niños del refugio, con el propósito de apoyarlos en la construcción de la última etapa de 2 habitaciones más, un centro de oración y 2 aulas de capacitación; ellos tienen el afán de conocer más las actividades de Nuevas Opciones de Vida y a las personas que impulsan y sostienen el refugio, así que quisieron convivir personalmente con la comunidad.
Esta semana, el patronato celebró una reunión en la que el asunto principal era, además de informar sobre las actividades de mayo, revisar el resultado de la presentación de la obra de teatro, “Juntas ni difuntas”, que se organizó en conjunto con los socios del Club Rotario de Valle Arizpe.
Cabe destacar que el gobierno estatal actual prácticamente no apoya a los refugios, es explicable, porque las participaciones federales todas van para el pago de la deuda pública, más algo de lo que se capta del ámbito estatal; en contraposición, en países de la Unión Europea los gobiernos han diseñado programas de empleo, vivienda y escuela, para mujeres que viven violencia familiar.
El sostenimiento de un refugio como Nuevas Opciones de Vida, AC, implica un esfuerzo titánico, por eso el patronato realiza constantemente actividades que aseguren su permanencia, de manera que los saltillenses no podemos estar ajenos a la necesidad de colaborar, hay muchas formas de hacerlo.
No cierre los ojos, su benevolencia podría abrir brecha para que muchos hogares saltillenses se liberen de ese cáncer que puede ser mortal, la violencia familiar.
