Morir para renacer
Nora Elsa Valdez

Monterrey.- Estamos en el umbral, en el inicio de una nueva vida. Esto no había pasado antes, no hay referencias de lo que va a suceder. Es como cuando en la escuela se pasa de primaria a secundaria.

En primaria teníamos un solo maestro todo el año, pero en secundaria se tiene uno para cada materia, y esto nos asusta porque será algo nuevo y desconocido, pero a la vez nos parece interesante y desafiante pues ha sido un triunfo subir un escalón, y nos emociona el reto de subir uno más. Así está sucediendo en la Tierra. Todo parece igual que antes, pero ya todo está preparado para la nueva experiencia: los nuevos maestros, los nuevos salones, las nuevas clases. Aunque, como en la primaria, todo sigue igual cuando nos vamos pero ya nunca regresaremos a vivir esa experiencia.

La vida como la hemos conocido hasta hoy será recordada como una era dolorosa: la era del hombre troglodita y salvaje que vivió en medio del odio, la mentira, el abuso y la maldad; la era del “ojo por ojo y diente por diente”; la era de la muerte.

La era de la muerte se está transformando en la era del renacimiento a una nueva vida. Así como una semilla tiene que morir para convertirse en una planta o en un árbol, y volver a dar nuevos frutos y semillas, así la humanidad en estos momentos está muriendo a las viejas ideas, a la vieja energía de la separación, el odio y la muerte, y está renaciendo a una nueva energía de unificación, amor, respeto, alegría, colaboración y solidaridad.

Es momento de dejar atrás todo lo viejo que ya no nos sirve para nada. Aunque todo parece seguir igual, ya no pasarán las mismas cosas que nos hacían despertar asustados cada mañana. Aunque todo parezca igual, empiece a caminar hacia sus sueños una vez más.

Es hora de morir a lo viejo, de deshacernos de las cosas que nos han causado dolor. Y de renacer a lo nuevo, a las cosas que siempre hemos deseado y que nos traerán mucha felicidad, a nosotros y a los que nos rodean.

Siempre nos han dicho que somos unos ilusos si queremos alcanzar nuestros sueños, pero empiece a caminar hacia ellos poco a poco, no se detenga. Si se tarda un poquito en ver resultados, es porque su mente aún duda de que sea verdad tanta belleza. Pero no dude, y no le haga caso a su mente miedosa y aguafiestas pues ya es momento de escuchar al corazón.

Parece que todo nos salió mal porque siempre estuvimos con la marca equivocada. Lo viejo debe morir para que podamos renacer.