LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Crisis en la empresa europea
Edilberto Cervantes Galván
Monterrey.- Hasta hace unos meses, la crisis económica en Europa se centraba en los problemas de deuda pública de los gobiernos, en particular de los países mediterráneos. Los programas de austeridad y de ajuste afectaron de inmediato la calidad de vida de los habitantes de aquellos países, ya que se eliminaron o redujeron subsidios al desempleo, a la juventud, educación y servicios de salud, entre otros recortes. En los meses recientes, las noticias que llaman la atención tienen que ver con las grandes empresas y sus problemas.
Ya habíamos comentado en este espacio sobre los cierres de plantas de diversas fabricantes europeas de automóviles, y del dilema al que se enfrentaban empresas y gobiernos al admitir como válido el cierre de plantas con propósitos financieros, además de la dimensión humana que significan los despidos y el desempleo que provocan.
Ahora, la crisis se manifiesta en una de las grandes empresas europeas con origen en Alemania, la empresa Siemens, especializada en electrónica avanzada y fabricación de trenes, turbinas eólicas y aparatos médicos, entre otras cosas. El consejo de la empresa decidió cambiar a su presidente como resultado de la falta de cumplimiento de los objetivos y de la gestión en general de la empresa. Una serie de crisis en la gestión detonaron el despido: retraso en la entrega de trenes de alta velocidad a la empresa de los ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn, problemas en la construcción de un parque eólico en el mar del Norte y un controvertido programa de ahorro con miles de despidos.
El entorno en el que se produce este cambio se califica como una “crisis de coyuntura global”, en la que se inscriben el enfriamiento de potencias emergentes como China, o los golpes a la imagen de la empresa por los retrasos en sus entregas en importantes contratos.
El estilo de gestión en el que estaba incursionando Siemens, tenía que ver con una visión en la que las empresas tienen menos medios para manejar sus procesos productivos, los cuales cada vez exigen más tecnología y ésta se renueva de forma más rápida. Siemens se estaba orientando hacia el mantenimiento tecnológico de los medios productivos. Por ejemplo, en el caso de la empresa fabricante del Airbus;
Siemens se encargará de la gestión tecnológica de los procesos productivos y la empresa podrá centrarse en su negocio: el diseño de aviones.
La destitución del hasta ahora presidente, se daba por descontada a partir del anuncio de que se reducían las expectativas de beneficios del grupo por segunda vez en tres meses, y que no se alcanzaría el objetivo de obtener un margen de beneficio del 12 por ciento para el año fiscal de 2014.
La noticia golpeó las acciones de Siemens, las que cayeron cerca del 7 por ciento.
