Ni concesiones, ni contratos
Lupita Rodríguez Martínez
Monterrey.- En materia del petróleo y energía eléctrica nuestra Constitución es muy clara: no se otorgarán concesiones, ni contratos a los particulares. Pero para tener mayor claridad es necesario comparar “letra por letra”, lo que dispone el artículo 27 constitucional con las iniciativas de reforma de Enrique Peña Nieto y del Partido Acción Nacional.
En materia de petróleo, analicemos el Artículo 27: “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva”.
Iniciativa de EPN: “Tratándose de petróleo y de hidrocarburos no se expedirán concesiones y la Ley Reglamentaria determinará la forma en la que la Nación explotará esos productos”. En la exposición de motivos, se propone que sean los contratos de utilidad compartida el esquema bajo el cual los particulares lleven a cabo la explotación y exploración.
Iniciativa del PAN: “El Estado podrá otorgar concesiones a particulares para la explotación de petróleo e hidrocarburos”.
En materia de energía eléctrica comparemos:
Artículo 27: “Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga como objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines”.
Iniciativa del EPN: “Corresponde exclusivamente a la Nación el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica; en dichas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes”.
Iniciativa del PAN: “El Estado podrá otorgar concesiones a particulares para la generación, transformación, conducción y distribución de energía eléctrica de servicio público”.
Cabe recalcar que nuestra Carta Magna estipula la propiedad originaria de la Nación sobre tierras, aguas y recursos naturales, cuyo dominio directo le corresponde, ya que es un derecho inalienable e imprescriptible y una función exclusiva del Estado por tratarse de áreas estratégicas.
Aunque la iniciativa de EPN no modifica estas disposiciones y la del PAN propone que el petróleo y la energía eléctrica dejen de ser áreas estratégicas y se conviertan en áreas prioritarias, queda claro que ambas tienen como único fin abrir puertas a inversionistas extranjeros y nacionales para el uso y aprovechamiento de los recursos que son propiedad de la Nación.
Esa es la gran tentación y el riesgo que siempre ha estado latente a partir de la llegada de los gobiernos neoliberales.
Para llevar a cabo su contrarreforma energética y entregar Pemex y CFE a extranjeros y potentados nacionales, nos piden despojarnos de ataduras ideológicas y romper tabúes históricos. Nos venden la idea de que es necesario tomar medidas audaces, que la realidad del mundo de hoy es muy distinta a la de hace 75 años, que no contamos con el capital ni con la tecnología necesaria para ser competitivos, que los sectores petrolero y eléctrico registran una tendencia de franco declive y que las finanzas públicas ya no aguantan.
Quieren privatizar Pemex y CFE aprovechando que ya existen contratos y concesiones violatorias a la Constitución, en lugar de usarlos como palancas del desarrollo nacional y así garantizar el bienestar del pueblo mexicano y, sobre todo, la paz. Olvidan que, desde la patriótica expropiación del General Cárdenas, el petróleo ha sido un instrumento de paz y estabilidad política.
La privatización de Pemex y CFE es igual a panzas y cacerolas vacías. Respondamos con análisis objetivos, visión estratégica y datos duros para desenmascararlos y, sobre todo, con la movilización popular para defender la soberanía e independencia de México.
