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1441 4 Noviembre 2013

 

ESTADO DE LOS ESTADOS
Devaluación imparable
Lilia Arellano

Cancún.- La principal promesa de la administración de Enrique Peña Nieto, de alcanzar este año un crecimiento de 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, hace mucho que fue enterrada y ha sido “ajustada” a la baja al menos en nueve  ocasiones por los inversionistas privados, con lo que las esperanzas del cambio de gobierno se han convertido en una gran desilusión.

Apenas el jueves, la secretaría de Hacienda y Crédito Público, por medio de Ernesto Revilla, titular de la Unidad de Planeación Económica, había sostenido que el crecimiento de la economía mexicana en este año se ubicaría en 1.7 por ciento. No pasaron ni 24 horas, cuando la realidad ubicó a este funcionario en tierra firme: analistas privados consultados por el Banco de México bajaron a 1.24 por ciento el pronóstico.

Por novena ocasión al hilo, los especialistas en economía del sector privado, decidieron ajustar a la baja su expectativa de crecimiento del PIB para este año y también por tercera ocasión seguida para el próximo año de 3.59 a 3.41 por ciento, de acuerdo con el resultado de la encuesta mensual elaborada por el Banco de México durante octubre y que publicada hace unos días.

Por lo que toca a la inflación, la expectativa disminuyó de 3.59 a 3.54 por ciento para este año y de 3.82 a 3.79 para el próximo. Y los expertos esperan que la cotización peso-dólar termine este año en 12.64, desde 12.690 estimado hace un mes. Para 2014, ven un tipo de cambio al cierre de 12.60 pesos, en lugar de 12.72 proyectado en la encuesta pasada, lo que también está en veremos.

En lo anterior, mucho tiene que ver el dato de que el gasto ejercido por el gobierno federal en los primeros nueve meses del año es inferior en 23 mil 840 millones de pesos en relación con el programa original que aprobó el Congreso, de acuerdo con el informe semestral de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Según el programa de gasto de este año, hasta el cierre de septiembre el gobierno debería haber gastado 2 billones 916 mil 213 millones de pesos, pero ha erogado 2 billones 892 mil 372 millones. Destaca que los ramos administrativo, es decir, las secretarías de Estado y demás dependencias, presentan un atraso de recursos  de 25 mil 800 millones de pesos.

Si los integrantes del gabinete de Enrique Peña Nieto trabajaran para una compañía privada, ya hubieran sido despedidos no sólo por ineficientes sino por improductivos. Por ejemplo, la secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a cargo de Gerardo Ruiz Esparza, es la dependencia con el mayor atraso, pues al cierre del tercer trimestre se había quedado sin erogar 10 mil 635 millones de pesos respecto al plan original. Por lo que toca a la secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), a cargo de la ahumada Chayito Robles, no ha cumplido con su programa de gasto por 7 mil 788 millones de pesos. Salvo algunas excepciones, el resto de las secretarías de gobierno federal presentan algún tipo de rezago en el ejercicio de los recursos públicos aprobados para este año.

A pesar del rezago, que oficialmente sólo se reconoce que es de 3 mil millones de pesos de enero a septiembre, el titular de la Unidad de Planeación Económica de la SHCP, Ernesto Revilla, sostiene que uno de los determinantes de la aceleración económica en México en el tercer bimestre fue precisamente la normalización del gasto público, lo cual según lo revelan los propios informes de esa dependencia no es del todo cierto. 

Por lo que toca a la paridad peso-dólar, a pesar de que los tecnócratas de Hacienda y los especialistas del sector privado esperan que cierre el año en 12.64 pesos por dólar, la divisa mexicana cotizaba ayer por encima de 13.08 pesos por billete verde, su peor nivel en tres semanas. La depreciación del peso fue empujada por el temor de que la Reserva Federal recorte sus estímulos monetarios pronto. Se espera que a medida que las ganancias en la nómina no agrícola y los descensos en la tasa de desempleo se acumulen, se incrementará la posibilidad de que se reduzcan los estímulos que el banco central estadounidense aplica para impulsar la economía mediante inyecciones de liquidez al sistema financiero.

Otro dato preocupante para la economía mexicana es que las remesas enviadas por los trabajadores mexicanos en Estados Unidos disminuyeron a 16 mil 248.2 millones de dólares entre enero y septiembre de este año, cantidad inferior en 6 por ciento a la registrada en el mismo periodo de 2012, de acuerdo con datos del Banco de México. Durante septiembre de este año, las remesas fueron de mil 795 millones de dólares, menores a las del mes precedente, cuando se situaron en mil 907 millones.

Y para acabar de deteriorar el contexto económico de los trabajadores mexicanos, el gobierno federal aplicará el onceavo incremento en este año en los precios de los combustibles. A partir de este sábado, la gasolina Magna, Premium y el Diesel aumentan 11 centavos por litro, adelantó la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas). En el primer minuto del sábado la gasolina Magna se vendió a 12.02 pesos por litro; la Premium a 12.58; y el Diesel a 12.38 pesos por litro. En lo que va de este año, el encarecimiento acumulado de los combustibles es de 1.21 pesos por litro, con lo que se convirtió en uno de los principales insumos de gasto en los hogares mexicanos.

El incremento acumulado a la gasolina Magna es de 54.1 por ciento desde 2010, cuando se empezaron aplicar los “gasolinazos” mensuales. El precio de la gasolina Premium acumula un incremento de 31.45 por ciento, mientras que el del Diesel se eleva a 51.72 por ciento. Tan sólo en lo que va de este año, el incremento a las gasolinas ha acumulado 1.21 pesos por cada litro de combustible. Cabe destacar que la justificación del gobierno federal para mantener estos incrementos es del de disminuir la brecha del precio por litro que existe entre México y el extranjero, donde fluctúa según lo determine el mercado.

Y a pesar de que el gobierno presume una política de subsidios a las gasolinas, los precios comparados de estos combustibles ya son más caros en México que en Texas desde hace más de un mes, en donde el precio de la gasolina es el equivalente a 10.68 pesos, tomando el tipo de cambio “spot”. La política de precios de los combustibles es inflexible, en el sentido de que los precios siempre suben, nunca bajan. Aunque el gobierno diga que los precios de la gasolina en México se mueven con la referencia internacional, en la práctica se ve que no existe una correlación entre ambas variables.

Mientras que la Agencia de Información Energética de Estados Unidos estima que en 2014 el precio de la gasolina al menudeo será un 3.4 por ciento menor que este año, la Magna cerrará el 2013 con un precio de 12.13 pesos por litro en México, y se esperan incrementos de 8 centavos mensuales en el 2013 a la gasolina y diesel, que en suma provocarán un incremento de 7.9 por ciento para el próximo año. Contrasta que los precios en los Estados Unidos han ido disminuyendo  por el aumento en la capacidad de producción de petróleo crudo y refinados, mientras que en México se resiente una falta de capacidad de refinación y limitada oferta de combustibles que hace que los costos sean mayores, además de que se importa el 49 por ciento de la gasolina consumida.

Y aún así se niegan a construir refinerías.

lilia_arellano@yahoo.com
Twitter: @Lilia_arellano1

 

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