HORIZONTE CIUDADANO
Incumplimiento de la ley y corrupción
Rosa Esther Beltrán
Saltillo.- La corrupción en Coahuila declarativamente no existe, es por decreto, aquí no hay corrupción, dice el gobierno de Moreira. Sin embargo, lo revelado cotidianamente por Vanguardia no deja lugar a dudas, el gobierno, éste y el anterior (que son lo mismo) nos han sumergido en un pantano en el que la administración pública se ahoga día con día, llevándose con ella las posibilidades de la extensión del bienestar social por más que los gobiernos digan lo contrario.
Esta semana Vanguardia informó que en la nómina del ayuntamiento de Ramos Arizpe hay 27 “aviadores” que cobran sueldos de hasta 14 mil pesos mensuales sin trabajar para la Presidencia Municipal directamente, pero que presuntamente son empelados del presidente municipal Ramón Oceguera y que en realidad laboran en las empresas del alcalde, como la constructora Corsa y el salón de eventos El Campanario, aunque se incluyen 20 líderes y lideresas de distintas colonias del municipio.
El alcalde Ramón Oceguera ha sido un adalid de la corrupción desde que comenzó su gestión, de manera que esta información no sería sólo un prietito en el arroz, sino una prueba más de la corrupción que Oceguera ha propiciado en su administración. Ahora el priísta Ricardo Aguirre Gutiérrez, alcalde electo, dice que limpiará toda la nómina de trabajadores de la Presidencia Municipal, pero los ramosarizpences aseguran que será la misma gata, aunque revolcada.
Apenas hace un mes nos enterábamos de la existencia de una nómina secreta operada por Ramón Oceguer. No extraña porque cuando recién asumió su función de Alcalde se denunció que se excedió con más de 22 millones de pesos en gastos personales del Ayuntamiento; otra decisión del alcalde que irritó mucho a los habitantes de ese municipio fue que bautizó con su nombre una calle de la colonia Mirador de la ciudad.
La corrupción, el nepotismo, la falta de rendición de cuentas, la ausencia total de ética son las reglas de conducta de este edil, del que dicen que llegó a ese puesto pagando una cantidad bastante alta de dinero y su apuro es recuperarla, a mí no me pregunte, eso sostienen los que conocen a la clase política de Ramos Arizpe.
Por otro lado, prácticamente desde que comenzó noviembre, Rubén Moreira inundó de propaganda el espectro mediático anunciando su próximo informe de gobierno, cuando los informes de los servidores públicos se regulan desde el artículo 134 Constitucional, es decir, Moreira II no puede hablar de una "prerrogativa local" exclusiva en competencia y jurisdicción, por al contrario, se trata de una disposición constitucional en su origen para todos los servidores públicos.
El Cofipe en el artículo 228 F. 5 establece: “Para los efectos de lo dispuesto por el párrafo séptimo del artículo 134 de la Constitución, el informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe. En ningún caso la difusión de tales informes podrá tener fines electorales, ni realizarse dentro del periodo de campaña electoral.”
El informe de Rubén Moreira tiene como fecha oficial el 30 de noviembre. De acuerdo a la constitución local, artículo 84: “Son deberes del Gobernador: (Reformada, P.O. 7 de agosto de 2012) lV. Asistir e informar al Congreso, el 30 de noviembre de cada año o bien, dentro de los primeros quince días del mes de noviembre del año que corresponda tratándose del último año de su gestión, sobre el estado general que guarda la administración pública estatal.”
He aquí un gobernador al que no le importa cumplir con la Ley.
Los profesores de Coahuila se quejan de que a los docentes que cubren interinatos les retrasan los sueldos hasta uno o dos años y las aviadurías saturan las nóminas de la SEDU. Los casos narrados son sólo un botón de muestra.
¿Cómo es posible si en Coahuila no hay corrupción?
Señor Moreira, responda.
