TRANSICIONES
Don Óscar
Víctor Alejandro Espinoza         

Tijuana.- Días aciagos; la inesperada muerte de un amigo, de un maestro, un ser humano excepcional, don Óscar Genel González, deja un enorme vacío en buena parte de la sociedad. No es retórica, ni lugar común. Ha partido un hombre bueno, y esa ya es una razón suficiente para la tristeza. Pero si además agregamos que era un hombre útil, comprometido, militante de la vida y de las causas de la gente; la tristeza se multiplica.

Don Óscar murió la tarde del lunes 18 de noviembre y antes de partir al hospital me cuentan que preocupado pidió hablaran al canal de televisión para disculparlo por la imposibilidad de hacer su programa de esa semana. Previsor, pidió que sus cenizas fueran esparcidas en las aguas del Pacífico frente al complejo histórico Calafia, en Playas de Rosarito. Su viaje lo inició en Colima en 1930, y en 1952 arribó a la ciudad que haría suya: Tijuana; más de 60 años de una intensa actividad como periodista y cronista indispensable en la vida de la frontera. Un comunicador por los cuatro costados, querido y admirado por todos quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.

Era la imagen del padre y del abuelo que todos quisiéramos tener. Tuve la fortuna de crecer con un abuelo de características y cualidades semejantes a las de don Óscar. Aconsejaba, y se reía de la vida sabiéndola difícil y corta. Pero sobre todo, se entregaba a las causas más sentidas de la gente.

Don Óscar Genel formó parte de la generación previa a las nuevas tecnologías. Se hizo y se formó en el campo. Son los reporteros la punta de lanza de las noticias, lejos del glamour de las cámaras. Supo lo que era ensuciarse los zapatos en busca de la nota, la entrevista oportuna y hasta de las indagatorias para la sección policiaca. Más que comunicadores, eran investigadores y conocían todos los vericuetos de la sociedad. En muchas ocasiones, escuché hablar a don Óscar de sus andanzas.

Transitó de la máquina de escribir rudimentaria a la computadora. Supo adaptarse a los cambios y a las nuevas tecnologías. Sin embargo la buena memoria nunca lo abandonó, porque fue de esa generación que echaba mano de la tradición oral y la memoria para entender el presente y reconstruirlo por medio de sus escritos y sus colaboraciones.

Fue un ejemplo de tenacidad y de rebeldía frente a las adversidades. Su hijo y amigo Óscar, quien es médico, me contaba de las afecciones físicas que lo acosaban. Cualquiera con la mitad de esos padecimientos se hubiera retirado. Don Óscar nos sorprendía a diario. Sus colaboraciones en Uniradio eran referencias obligadas para tomarle el pulso a la realidad, así como en Síntesis TV con sus editoriales y programas semanales. En el periódico Frontera su columna “Primera Plana” resultaba imprescindible. Tan previsor que entregaba por adelantado hasta tres colaboraciones. Por eso tuvimos la fortuna de seguirlo leyendo hasta dos días después de su partida.

Como todos los sabios (y me recordaba tanto al padre de la microhistoria mexicana Luis González y González) era de una sencillez y humildad digna de admiración. El último día que conversamos me dijo algo que me conmovió: como mis colaboraciones en el periódico son los jueves desde hace 14 años (teníamos el mismo número de años escribiendo en el diario) y apareciendo en la misma página uno al lado del otro, me dijo: “para mi columna de los jueves me afano porque sé que usted publica ese mismo día y su trabajo es muy bueno”. Fue un halago venido de un viejo sabio que no podré olvidar.

El día de los servicios funerarios, el pasado jueves 21 de noviembre, sus familiares circularon un pensamiento que él escribió recientemente y que lo pinta de cuerpo entero: “En el ocaso de la vida, la gratitud es más que un sentimiento del alma; porque en el balance general de una existencia, el reconocimiento a la conducta de los demás es desde mi punto de vista, la aceptación de que solos en este camino no logramos nada. Un abrazo pues, a todos mis amigos”

Cuando falta nos hará Don Óscar Genel González.

Víctor Alejandro Espinoza es investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx
Twitter: @victorespinoza_