EN LAS NUBES
Noche de paz
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- A los que se despacharon con la cuchara grande y nos dejaron muchas promesas, preferible hablarles de cosas bellas.

Les contaremos la historia de la célebre «Noche de Paz»: empieza la vispera de la Navidad de 1818 en un pequeño pueblo de las montañas de Austria, Obendorf. El sacerdote Josef Mohr, párroco de la iglesia de Saint-Nicholas, había escrito un pequeño poema titulado «Stille Nacht», al que quería poner música  para la misa de medianoche.

Pero Mohr  no era músico.  Así que pidió a su amigo Franz Grüber, organista de la iglesia, profesor y músico en sus ratos libres, que  musicara su pequeño poema.  Fué un arreglo para guitarra, lo que escribió. Y así se cantó, por  primera vez, el 24 de Diciembre de 1818.

Desde entonces, la canción se impuso en toda la tierra, como la más emblematica de la noche santa que marca el nacimiento del niño Dios.   Creyente o no, nadie puede permanecer insensible a la belleza y profundidad de esta canción que ha dado la vuelta al mundo. Noche de Paz, ha sido traducida a todos los idiomas de la tierra. Incluso la cantan los esquimales en el Polo y los Bantúes en Africa.

Ninguna otra pieza musical ha conocido mayor fama,que esta modesta canción de navidad austríaca, convertida en símbolo de la  noche más dulce que ve nacer un niño indefenso en un simple establo. Donde los animales domésticos como el buey y el asno, le mandan su aliento para calentarlo. Noche de Paz, ha sido adoptada por muchas  otras religiones. Incluso se ha cantado en templos  budistas de Asia. Es una noche llena de misterio, en la que tres magos (o principes) advertidos, por una estrella que brilló sobre Belen, del nacimiento de un niño que sería rey del mundo, acuden a venerarlo. Este acontecimiento ha puesto de relieve la fe de los cristianos y así, desde hace siglos se celebra el nacimiento del niño en todas las iglesias de la Tierra. Simboliza el misterio de la  noche del nacimiento y llegada al mundo, de un niño-Dios.

Feliz Navidad a todos, Tirios y Troyanos,  les desea

carlosravelogalindo@yahoo.com.mx