HORIZONTE CIUDADANO
Adicción a la incuria institucional
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- Desde el sábado pasado, la prensa nacional y alguna de la internacional se tornó monotemática para resaltar la captura del Chapo Guzmán; y la visita de Enrique Peña Nieto a Coahuila fue una  magnífica ocasión para que Rubén Moreira tratara de exhibir la protección presidencial hacia su persona y hacia su magra gestión administrativa.

El propósito ahora es describir en términos claros, la dejadez, el descuido institucional, ¡el ahí se va! con el que comúnmente funcionan nuestras instituciones en Coahuila, porque es lamentable, no lo debemos permitir, que los funcionarios públicos trabajen (si es que lo hacen) con mediocridad y omisiones.

Este mes se nos va con la seguridad de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Coahuila (CDHEC) es un ente cuasi inmóvil, estático y prácticamente invisible, porque ha sido la entidad de paso para al menos 5 funcionarios, lo cual describe de cuerpo entero a las administraciones de los Moreira.

Miguel Arizpe Jiménez aguantó como director de la CDHEC dos años 7 meses.  El actual procurador general del Estado, Homero Ramos Gloria estuvo ahí 5 meses, lo que quizá le permitió aprender algo sobre derechos humanos; el inefable e impresindible secretario de Gobierno, Armando Luna Canales sobrellevó el puesto por 10 meses; Federico Garza, al que tal vez en su casa lo conozcan, se mantuvo en la Comisión por 4 meses y el actual Ombudsman, Xavier Diez de Urdanivia cumplirá en mayo próximo un año en la presidencia de la CDHEC; en el informe que presentó en diciembre pasado ante el Congreso local, no se menciona, no aparece la situación de los penales de Coahuila; entonces hacía 15 meses que se había dado la bochornosa fuga masiva de 132 reos del Centro de Reinserción Social de Piedras Negras, la que según versiones oficiales ocurrió con la colaboración u omisión de las autoridades penitenciarias y la intervención de una célula del grupo delictivo Los Zetas, dijo el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal, Jorge Luis Morán Delgado (19-09-12).

¿Cuál institución podrá funcionar con eficiencia y eficacia con ese nivel de improvisación e inestabilidad de direcciones? Como dice la canción, “eres una brújula sin rumbo...” La situación de la CDHEC resulta explicable si se tiene en cuenta que, tan sólo en la administración de Rubén Moreira han pasado por ahí 4 directores, la mayoría sin experiencia ni vínculos con el prioritario y delicado tema de los derechos humanos y sí en cambio con vínculos inocultables con el gobierno del Estado y hasta con puestos en la dirección del PRI, por lo cual su imparcialidad como representantes y defensores del pueblo y del ciudadano, como ombudsman, resulta inviable, definitivamente impracticable.

Lo que sí resulta inexplicable es que habiéndose desempeñado Rubén Moreira como presidente de la comisión de derechos humanos en la Cámara de diputados y presentándose además internacionalmente y en nuestro propio país, como paladín de los derechos humanos, en Coahuila muestre tal grado de desprecio y descuido en cuanto al funcionamiento eficiente y pulcro de la CDHEC. Ya sé que son términos que le son ajenos; habría que recordar que se presentó en octubre pasado en Ginebra y ahí aseguró que: “desde hace tres décadas, México cumple con los estándares internacionales para garantizar los derechos humanos”, y hace algunas semanas el gobierno de Honduras lo reconoció por su compromiso con el respeto a los derechos humanos de los migrantes que cruzan por Coahuila, cuando ni un hola le ha dirigido a la posada del migrante.

Ya lo hemos señalado en este espacio, a don Rubén le gusta saludar con sombrero ajeno, le satisface ser candil de la calle y obscuridad de su casa; lo bueno es que a los coahuilenses no nos engaña, lo tenemos muy bien identificado y muy bien calibrada su política en derechos humanos.

Sabemos que es hábil para guardar silencio en asuntos que son de interés público, como fueron las masacres en los 5 manantiales y que apenas comenzamos a conocer en su toda su horrorosa dimensión.

Además, considero que se deben revocar las reformas  a los artículos 25, 27 y 28 en materia de energía, publicadas el 20 de diciembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación, por ser lesivos a la soberanía y autonomía del Estado y de todos los mexicanos.