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1532 11 Marzo 2014

 

Diputado pide esclarecer si los sismos son provocados
David Carrizales

Monterrey.- A propuesta del diputado perredista, Eduardo Arguijo Baldenegro, el Congreso de Nuevo León aprobó un exhorto al gobernador de la entidad, Rodrigo Medina de la Cruz, para que “de manera urgente”, se conforme una comisión especial de investigación para determinar si la técnica de la fractura hidráulica o “fracking”,  es la responsable de los sismos que a últimas fechas se han registrado con frecuencia en la entidad.

Se solicitó en el punto de acuerdo aprobado por los legisladores,  que la comisión especial quede integrada por representantes de la  Secretaría de Desarrollo Sustentable del Estado de Nuevo León; la  Facultad de Ciencias de la Tierra de de la UANL, el Servicio Sismológico Nacional; la  Sociedad Geológica Mexicana; el Centro de Calidad Ambiental del Itesm; y la Facultad de Ingeniería Civil de la UANL.

Advirtió Arguijo Baldenegro que en diversas entidades y países del mundo, los sismos inducidos por la actividad humana se han convertido en un importante tema de discusión política y científica, ya que puedan causar grandes daños a las poblaciones.

En el caso particular de Nuevo León, esta problemática se ha venido incrementando de manera sostenida. “Desde hace ya varios años se conoce que la excavación de presas, la minería sobre y bajo la superficie, la extracción de fluidos y gas del subsuelo, así como la inyección de fluidos en el mismo, son capaces de inducir sismos, de acuerdo al conocimiento científico disponible hasta la fecha”.

Expuso que los terremotos causados por inyección de fluidos, se han convertido en el principal foco de atención, puesto que las nuevas tecnologías de perforación permiten ahora la extracción de gas y petróleo, de formaciones que antes no eran productivas.

Mencionó que el doctor William L. Ellsworth, del Servicio Geológico de los Estados Unidos (U.S. Geological Survey), tiene estudios donde se demuestra que luego de décadas de tener un crecimiento estable en el número de terremotos, desde 2001 la actividad sísmica se incrementó y en 2011 alcanzó un pico de 188 temblores, “teniendo a los sismos inducidos por la actividad humana, como sospechosos y responsables parciales por dicho incremento”.

Agregó Arguijo que el mecanismo responsable de inducir estos eventos aparentemente es el bien conocido proceso de debilitamiento de una falla geológica pre-existente, por elevación de la presión de los fluidos en ella.
“Los sismos inducidos por inyección de fluidos, como los ocurridos en los Estados Unidos en 2011, claramente contribuyeron a incrementar el riesgo sísmico, de acuerdo a la revista Science. Sin embargo, la actividad geológica humana no sólo se limita a la inyección de fluidos, sino también a la sobre explotación de acuíferos”.

Dijo que cuantificar la contribución de la actividad humana a este riesgo, requiere de investigación nueva, independiente y exhaustiva en el ámbito de la física de sismos y su potencial para inducir eventos de altas magnitudes.
Agregó que la industria petrolera necesita claras reglamentaciones de operación, y los reguladores gubernamentales de la industria, deben tener una base científica sólida para crear tales reglamentaciones, pues los ciudadanos “y nosotros los legisladores como representantes directos del pueblo, necesitamos la seguridad de que las reglamentaciones sean las suficientes y que vayan a ser cumplidas.

Y esto es especialmente importante, debido a los anuncios hechos por el Gobierno de Nuevo León en el sentido de que en el norte de la entidad “se comenzaría una exponencial y sostenida explotación del denominado gas shale o gas de lutita, para cuya extracción se necesita de un proceso de inyección de fluidos en grandes cantidades (fracturación hidráulica o fracking).

Señaló Arguijo que ante estos hechos, “no podemos ni debemos permitir que esta nueva problemática sea minimizada por consideraciones financieras o políticas” y exigió que antes de la creación de una nueva actividad económica en la entidad, como podría ser la explotación del “gas shale” en el norte del estado, “debemos tener la plena certeza de que tal actividad es segura, y en vista de la evidencia científica disponible, es necesario detener todo plan trazado para la instalación de pozos debido a la inexistencia de estudios serios, exhaustivos y recientes para nuestra región”.

Citó que el doctor en Ciencias Geológicas, Juan Manuel Rodríguez Martínez, Jefe del Departamento de Geohidrología y Geofísica de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en publicación hecha la semana pasada, mencionó que el sismo de Cadereyta Jiménez, cuyo epicentro fue localizado a 77 kilómetros el noreste del citado municipio, “está probablemente relacionado con la extracción de gas seco y condensado en la Cuenca de Burgos en Tamaulipas, de la que Nuevo León también es parte”.

Es por ello que, haciendo uso del sentido común, podríamos llegar a la conclusión de que si la extracción de gas a kilómetros de nuestro estado puede inducir sismos en la región, la actividad hecha a menor distancia como la planeada por el Gobierno del Estado, podría ser más desastrosa o llegar incluso a inducir temblores en el Área Metropolitana de Monterrey, advirtió el diputado perredista.

 

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