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1541 24 Marzo 2014

 

ESTADO DE LOS ESTADOS
El baúl de los recuerdos
Lilia Arellano

La vocación es la fuerza interior que arrastra al hombre a cumplir su destino.
Manuel M. Ponce

Un “chino enchamarrado” que aspiraba llegar a Los Pinos
Por Esto!, verdad y dignidad por delante

Cancún.- Columnistas, editorialistas, analistas, han hecho referencia de sus experiencias con Luis Donaldo Colosio, el candidato presidencial priísta asesinado un 23 de marzo en Lomas Taurinas, zona popular en Tijuana, Baja California.

Y del que, lo único cierto, es que no podemos garantizar si sería o no un buen presidente de la República, pero del que puede asegurarse, sin duda, que era un buen hombre, al que no le preocupaban los compromisos con la macroeconomía, sino esas mesas que lucían cada vez con menos alimento, los estómagos vacíos, los niños sin escuela, o sin la preparación educativa suficiente y necesaria para estar acorde con las necesidades y adelantos que se preveían en un futuro cercano.

Quién sabe si hubiese podido luchar en contra de toda esa maraña de intereses que fueron creándose a lo largo de varios sexenios y que, en el último, habían conocido una cúspide que envolvía a toda la pirámide; no se puede comprobar si el objetivo de propiciar un cambio que en esos momentos se hacía necesario para evitar lo que hoy en día acontece con relación a la economía, a la política, a la seguridad, fue lo que provocó que se cortara su existencia. Se ha hablado, y mucho, sobre su trayectoria, pero se guarda un ominoso silencio para exigir que se aclare quién realmente lo asesinó, no sólo al que se considera “material”, sino al o a los intelectuales de este crimen.

Han pasado ya más de dos décadas y permanecen las incógnitas sobre lo que se registra como un “crimen de Estado”. No puedo olvidar dos experiencias. Una en la que, reunidos en la sala del departamento en el que habito en la ciudad de México, se llevó a cabo una cena. Ahí estaba el Colosio franco, abierto, que hablaba sin tapujos y hacía revelaciones que empezaban a causar asombro. También Sócrates Rizzo, los hermanos Orozco Loreto, mi compadre Ramón Zurita, Rodolfo (el Negro) Guzmán, el campechano que por entonces buscaba la candidatura a la gubernatura de Campeche, Jorge Luis Lavalle Azar y quien se desempeñó durante dos sexenios como Tesorero de la Federación, mismo que contraía nupcias civiles al día siguiente.

Hablando de política se fueron las horas y llegó la mañana y Colosio se despidió no precisamente con las primeras luces del alba, por lo que se tropezó con una de mis hijas, quien ya se dirigía a la universidad. Todavía pasaron un par de horas para que el resto empezara a retirarse; y el último era quien ya no iba a casarse, pues lo cortaron por faltar toda esa noche a la casa. Al iniciar la preparación para dirigirme a Ovaciones, a otra jornada de trabajo, me salta el reclamo de mi hija: “¡mamá, sólo tú puedes creer que ese señor tan joven, tan simpático, tan chino y en chamarra, va a ser el presidente de México!” Su candidatura hizo que a partir de entonces, nunca se volvieran a cuestionar mis anuncios, y lo que se gana en respeto familiar; por ello no tiene precio.

Pero también está ese 23 de marzo, en el que en los salones de María Isabel Sheraton se llevaba a cabo la presentación de un diario vespertino: La Tarde; y de una revista semanal; el primero, dirigido por mi persona; la segunda, por un muy famoso periodista. La empresa editorial la encabezaba Simón Yamin. El lugar lucía lleno de gobernantes, funcionarios y políticos de todos los niveles. La edición de ese día era entregada en mano por voceadores cuya vestimenta publicitaba al medio. En el momento de hacer uso de la palabra me entregaron una tarjeta que guardo: “Mataron en Tijuana a Colosio”. Y ahí mismo, con un nudo en la garganta, repetí esa noticia, misma que provocó que en segundos el salón quedara semi vacío.

  • Mario Renato Menéndez, ejemplo para luchar

Los mensajes fueron más claros que nunca y en ellos se tuvo la certeza del propósito, del objetivo, de la lucha que se presenta frente a la vida misma y que se mantiene dándole forma y sentido a cada uno de los actos que se realizan. En un día simbólico surgió a la luz un elemento que forma parte del quehacer cotidiano de miles y miles de ciudadanos, no sólo de la Península de Yucatán, sino del país mismo; la voz, las páginas de quienes han tomado como misión la información; de aquellos que requieren que se les conozca, que se sepa de su existencia, de sus necesidades y que, en nuestro país, conforman una mayoría. Hace 23 años surgieron los diarios Por Esto!, y con ellos al frente un hombre que ha permitido que se escriba la historia real de México, Mario Renato Menéndez Rodríguez.

Para recordar este aniversario se llevó a cabo un desayuno en el que los personajes centrales no fueron los gobernadores, los políticos, los funcionarios, sino el pueblo representado en las muchas, decenas de mesas dispuestas para disfrutar fruta, jugo, tamal colado, café y pan de dulce. A ellos fueron dadas las explicaciones sobre el surgimiento de los diarios, se compartieron las anécdotas que han enriquecido la trayectoria del director, del único director que tuvieron, tienen y tendrán estos medios. Estuvo también presente ese llamado para defender abiertamente todo aquello que signifique progreso, mejoría, que sea útil y benéfico para los  mexicanos.

Pero también estuvo presente la reclamación ante ese silencio por las injusticias que se cometen, por los saqueos, por el olvido a nuestra historia y a todas las etapas y personajes que se significaron por la lucha para sacar al país adelante, para darle forma, para convertirlo, como Juárez, en Nación. De ello, dijo Menéndez Rodríguez, hemos guardado una pasividad y un silencio reprochable y vergonzoso. De ahí y de lo que él llama “mis fantasmas”, que no son otros que todos aquellos que en vida le brindaron una abierta confianza, que tuvo muchas formas de demostración, los que le pidieron que no dejara de presentar la cara de la lucha por la defensa de quienes menos tienen, procurando en todo momento alentar los signos de progreso, es que nutre esa actividad que día con día convierte en guía para los lectores.

El pensamiento y los proyectos de don Mario Renato traspasan el tiempo y en el objetivo no pierde de vista quiénes son los que requieren de verdades y críticas. A quienes junto a él han hecho del periodismo una bandera les anunció que habrá otras formas de salvaguardar la línea editorial de los periódicos, al tiempo de instar a los presentes a convertirse en los fiscales de la información que se plasma, para superar cualquier error en estos tiempos que se caracterizan por sus permanentes retos, dificultades y oportunidades. Todo un catálogo de sucesos se conocieron en esta reunión, en donde la atención de los presentes se centró en cada una de las palabras que durante hora y media Menéndez Rodríguez pronunció.

Es en estas fechas cuando uno se da cuenta de que no se está solo, de que se abarca un universo que, por fortuna, no será penetrado por quienes no tienen la misma visión, objetivos, respeto por la verdad. Los Por Esto! se significan en el presente por el contenido de cada una de sus páginas, por lo que ahí va formando el acontecer nacional, por el auténtico registro de una historia que no pasa por su mejor etapa, pero que anuncia un porvenir en el que esas mayorías tienen cabida y atención. Se supo el porqué cada quien está en cada lugar y en estas líneas no caben las felicitaciones, sino los compromisos que, dados los éxitos, permanecerán vigentes por muchos, muchos años más.

Lilia_arellano@yahoo.com
@Lilia_arellano1

 

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