Engaños de la nueva Ley Televisa                           Pablo Vargas González

Pachuca.- Dentro de los temas de interés ciudadano, en el ahora y aquí de la agenda nacional, se encuentra la discusión de la iniciativa de ley de telecomunicaciones que se presenta en la Cámara de Diputados.

Y lo claro es que de las promesas iniciales a los hechos hay profundas diferencias por lo que nuevamente estamos frente a un engaño más por parte de la clase política a los mexicanos.

En esta parte de elaboración de ley secundaria se enfrentan los gigantes de poder económico y se pretende dejar afuera la opinión de la sociedad, como si el espacio radioeléctrico fuera propiedad de unas cuantas familias. Dos grandes monopolios se enfrentan para ganar lo que debería ser el patrimonio de la sociedad.

Mucha gente se preguntará qué tenemos que ver nosotros. La gente de abajo, el ciudadano común, puesto que ese ha sido un espacio copado por intereses particulares hasta ahora, y la verdad la sociedad tiene mucho que conocer y opinar. No está en juego poco. Se juega nada más ni nada menos que el espectro radio eléctrico y de telecomunicaciones del país, es decir cómo se usan y para qué la radio, la TV y la telefonía en México.

Aquí es donde encontramos grandes discrepancias pues apenas en diciembre de 2013 se aprobó la reforma constitucional en telecomunicaciones y se señaló que era un combate frontal contra los monopolios. No solo los diputados y senadores aplaudieron sino también la opinión pública se sumó a ello pues este país ha estado dominado por diversos tipos de monopolios e incluso el mexicano ha vivido toda su vida frente a ellos y los ha sufrido en carne propia, al grado que considera  “natural” su existencia.

En este rubro, aparentemente económico, los monopolios han influido fuertemente en el control social y políticos de la sociedad. El duopolio televisivo Televisa y TV azteca han sido considerados como la segunda Secretaría de Educación Pública pero al revés porque los niños están frente al televisor más horas que frente al profesor. Y sin comparación puesto que frente a la TV es una influencia perniciosa porque no hay un interés de educar ni informar, todo lo contrario. Lo que se aprende en la escuela, el niño lo desaprende frente al televisor.

El caso del gigante de la telefonía en México y otros países Telmex y América Móvil, gracias a las privatizaciones de Salinas de Gortari se ha construido grandes riquezas como el de Carlos Slim, y con severos problemas de servicios y alto costo. La pobreza de los mexicanos es la contraparte de la riqueza de un puñado de empresarios que han vivido de los negocios con políticos en el poder.

Hay conceptos e ideas que sólo son de expertos y que desde luego no llegan a los grandes sectores  sociales ni siquiera llegan a las universidades. Que le pude decir a “juan pueblo” los “agentes económicos”, o la “predominancia”, o el “triple play”, o el “must offer”, etcétera.

Lo preocupante es que nuevamente se quiere hacer una Ley sin amplia consulta ya al vapor. Lo que va a dar al traste con la promesa de los políticos de que esta ley si iba a beneficiar a la sociedad. La información de la iniciativa es todo lo contrario. No se lucha contra los monopolios sino que se hace un frente común. No es extraño que se siga haciendo alianza con los dueños de las televisoras pues ellas han jugado un papel en la incultura política del mexicano y en el clientelismo a la hora de votar.

El peligro es que la iniciativa del presidente nuevamente sólo beneficia al duopolio televisivo que han perjudicado la educación pública con programas y contenidos basura. Se quedan fuera nuevamente las universidades, instituciones culturales y comunidades indígenas para tener una voz en la sociedad.

Los grandes benefactores serán Televisa y Tv azteca, y la promesa de atacar los monopolios será otro gran engaño a la sociedad. Es hora de pedir y exigir cuentas.