Nuestro Babe Ruth
Hugo L. del Río

Monterrey.- Rodrigo Medina me inspira lástima. Pobre, no da una. Ni la  Ecovía le salió bien. Pero, francamente, conectó un jomeron en el juego de la insensibilidad política al ordenar que se citara a declarar en la Procuraduría al director general de la Canaco, Darío Treviño Muguerza, porque éste dijo –lo cual es rigurosamente cierto– que las extorsiones van en aumento.

Nuestro Babe Ruth de la insuficiencia alega, en su defensa, que en lo que va de abril sólo se ha presentado una denuncia por cobro de piso y todo eso. Vaya candidez: naturalmente que nadie va a acusar a los malandros: no es prudencia, es miedo. Sabemos que el gobierno no nos va a proteger: al contrario, los judiciales nos van a entregar a los sicarios.

La reacción de Medina no asombra ni sorprende: el muchacho que cobra como gobernador logró unir en su contra a toda la sociedad. Se supone que el inexperto ejecutivo “gobierna” tomado de la mano de los ipecos. Finalmente, es uno de ellos. Y ahora, qué sigue: ¿nos van a convocar al palacio de justicia (je je) a todos los que criticamos el desmadre medinista?

Ozú: la cola llegará a la Antártida. Y qué va a hacer la burocracia política ahora que llega Juan Méndez, el funcionario de la ONU responsable de investigar las torturas, los maltratos et al. Claro que el procurador De la Garza y el general Flores, enterados con anticipación, habrán tomado sus medidas defensivas. En un descuido hasta mandaron limpiar los sanitarios y poner jabón y papel sanitario.

Y qué tal si no engañan al señor Méndez y el visitante suelta de su ronco pecho lo que todos sabemos: que los penales son administrados por los reclusos y que tanto los celadores de los reclusorios como el personal de todas las corporaciones dizque de seguridad martirizan a Juan y a Pedro a veces por iniciativa propia –hay que mantener la condición física– y, en ocasiones, cuando se los ordena la hamponería. ¿Van a pedirle también al señor Méndez que, contrito, asustado, triste, arrepentido, vaya a presentarle sus respetos al abogado de Nuevo León y a sus muchachitos?

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Los agentes de Fuerza Civil deberían, por lo menos, aprender a manejar.

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