MALDITOS HIPSTERS
A qué van los hipsters a una feria de libro
Luis Valdez

Arteaga.- Cada vez entiendo más las necesidades de los hipsters. Rondan en los estands donde venden cuadernos y libros artesanales. Buscan libros de comida vegana y sagas en inglés. Ven a Loret de Mola (padre) y a Carlos Cuahtémoc Sánchez como dinosaurios del mundo librero.

Hay cosas que no les entran en la cabeza, como los libros de ciencia ficción dura (hay una antología en Almadía, realizada por BEF y Pepe Rojo, muy buena) y las charlas sobre Marcel Proust. Para ellos, escuchar de paso la música de un país invitado como Ecuador, es pasar a un lado del estand más autóctono de una FIL. Los ven con curiosidad y se preguntan por qué carajos no hay un estand de música electrónica en eventos como éste.

Se encuentran en el programa con que hay conciertos homenaje a Pink Floyd y se preguntan por qué en vez de invitar a escritores no invitan a músicos como Lana del rey, Adanowsky o Hello Seahorse. Es decir, si por ellos fuera, una Feria de libro se convertiría en un Coachella, un Pal Norte o un Corona Fest.

Pero para eso tienen libros como Hipsteria o  Hipsters (Un manual ilustrado). Es decir que en el mundo librero para todos hay cabida. Hasta para aquellos que sólo se acercan a un estand para tomarse una selfie con un libro de Obras Completas de Octavio Paz.

La pregunta es si el mundo editorial sobrevivirá a éstos, que han dejado de lado a Carlos Cuauhtémoc Sánchez por los libros de Yordi Rosado; que piensan (los más leídos) que el mejor escritor contemporáneo es Murakami y antes de él, Bolaño.

¿Quiere que su negocio de libros se mantenga? Consulte a su sociólogo de cabecera y él sabrá decirle qué tribu urbana está tomando las riendas. Los demás, los que no tenemos un Iphone para tomarnos miles de selfies, sólo consumimos la merma del mercado editorial.