LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Obama-Peña Nieto y la integración
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- La reunión de los presidentes de México y de los Estados Unidos celebrada esta semana fue objeto de múltiples comentarios en los medios informativos; por lo menos en el ámbito mexicano.

Gran parte del material publicado se concentró en especular sobre el propósito y los temas que se abordarían en Washington.

Se señaló que la situación política de Obama, después del triunfo republicano en las elecciones pasadas, es de grandes limitaciones y que por el lado mexicano, la situación de Peña Nieto también mostraba debilidades. Los dos presidentes atraviesan por coyunturas políticas adversas.

Después de concluidas las actividades del primer día, el ejercicio de especulación seguía predominando en los medios. Tal vez los encargados de prensa en la Casa Blanca no generaron suficiente información sobre lo que se estaba tratando.

Al concluir la visita de Peña Nieto la cobertura noticiosa sobre lo pactado o negociado fue muy limitada. Los temas que si se mencionaron fueron los de cooperación entre los dos gobiernos.

La nota de color o de calor fue la referencia de Obama de que estaban atentos a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y de que los Estados Unidos seguirían apoyando a México en su lucha contra el crimen organizado.

El tema de los derechos humanos ya había sido cubierto por Human Rights Watch, haciendo señalamientos fuertes en contra del gobierno mexicano. Esta organización se identifica con el gobierno norteamericano y con dificultad ha encontrado un caso de violación de los derechos humanos en el territorio norteamericano.

Lo central en realidad fueron los temas de colaboración y de integración económica entre ambos países.

Coincidieron en la necesidad de fijar plazos para convertir a Norteamérica en la región económica más competitiva del mundo.

Se destacó algo ya conocido: los Estados Unidos se han consolidado como el primer socio comercial de México. Señalando los 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Estados Unidos es el primer mercado para las ventas mexicanas al exterior, con una participación de 77.6 por ciento, y es el primer proveedor del país, con un total de 49.9 por ciento.

México ocupa el tercer lugar en el comercio de Estados Unidos, con un total de 12.9 por ciento; es el segundo como destino de sus exportaciones, con 14 por ciento, y el tercero como proveedor de bienes importados, con 12.2 por ciento.

En este sentido, se mencionó que los 10 estados fronterizos de ambas naciones equivalen a la cuarta economía del mundo. Allí está incluido Nuevo León.

En esa misma línea, ratificaron su propósito de consolidar una frontera común segura con mejores infraestructura, instalaciones y la modernización de los puntos de cruce existentes.

Entre México y Estados Unidos ocurre diariamente un comercio fronterizo de mil 500 millones de dólares y el cruce de más de 400 mil personas.

En paralelo a la reunión entre los presidentes Obama y Peña Nieto, los equipos de trabajo de ambos gobiernos sesionaron en el marco del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN). Mecanismo de negociación en el que participan funcionarios de ambos gobiernos.

En el documento de resoluciones se propone la reducción de los cuellos de botella en la frontera, aumentar la capacidad de los puertos de entrada y armonizar los requisitos de información.

Se informó del inicio de operaciones del cruce ferroviario Matamoros-Brownsville, entre Tamaulipas y Texas; del puerto de entrada Guadalupe-Tornillo, entre Chihuahua y Texas, y la conexión peatonal aeroportuaria Tijuana-San Diego. Asimismo acordaron avanzar en la propuesta del cruce fronterizo Otay II-San Diego. Viene a cuento la construcción, por una compañía china, de una línea de ferrocarril entre la costa del pacífico mexicano y la frontera de Chihuahua con Texas

Ahí se convino en avanzar en el objetivo de enviar para 2018 cien mil estudiantes mexicanos a ese país y recibir en México a 50 mil estadunidenses, además de apoyar asociaciones de investigación universitaria para desarrollar capital intelectual compartido.

Se ratificaron las metas de atender el desarrollo de la fuerza laboral, particularmente en los sectores de la energía, la tecnología y la manufactura avanzada.

Otro asunto es el desarrollo de Centros Binacionales de Investigación e Innovación mediante el Conacyt y la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos.

Inercia burocrática e integración financiera
El vicepresidente Biden sostuvo que Norteamérica puede convertirse en la primera mitad del siglo en el epicentro energético del mundo. Allí está la reanudación de relaciones diplomáticas con Cuba y la invitación a México para negociar los límites marítimos de los tres países en el Golfo de México.

Pero reconoció que uno de los mayores obstáculos que enfrenta Estados Unidos es la inercia burocrática. “Estoy seguro de que es más fácil en México”, dijo.

En respuesta al comentario de Biden sobre el papel de las burocracias, Videgaray señaló que la situación en México no es más fácil que en Estados Unidos y destacó por ello la importancia de que haya liderazgo al más alto nivel, para concretar los proyectos.

Curioso intercambio de quejas sobre las burocracias de ambos países.
Videgaray coincidió en que el reto de los dos países es lograr resultados concretos, y para eso se necesitan metas y plazos específicos. Destacó los avances en temas como el flujo fronterizo o la aviación, pero reconoció que la cooperación bilateral ha dejado como lección que hay procesos complejos como las regulaciones económicas.

Entonces mencionó un asunto del que poco se habla: la integración financiera: “El cambiante ambiente regulatorio ha puesto presión en los bancos de ambos lados de la frontera y la intervención para encontrar soluciones para las instituciones bancarias y financieras no debe ser obstáculo a la integración financiera”, acotó.

¿Para qué tanta especulación si el tema es la integración económica: comercial, energética y financiera?