Al vencedor va todo el botín
Eloy Garza González

San Pedro Garza García.- La nominación de tantos candidatos a cargos de elección popular afines al gobernador Medina delata el spoil system del PRI de Nuevo León. Mencioné hace varios meses el significado de este fenómeno político. En el sistema electoral de Estados Unidos apunta a que el grupo ganador acapara todas las posiciones de poder.

El spoil system operó en EUA hasta los años ochenta. ¿Fue un abuso? No en el caso de EUA: se trataba de una práctica legalmente constituida. Una frase coloquial en inglés explica el origen del término: to the victor go the spoils (“al vencedor va el botín”).

El término se presta a sospechas. Que el poder de una camarilla o de un gobernante se extienda más allá de su periodo constitucional, designando a casi todos los candidatos de su partido, es un exceso, un caso de monopolización electoral: todo para el vencedor, nada para los vencidos, es decir, para el resto de la clase política local. También fue resultado del aprendizaje continuo del gobernador que supo amarrar bien su relación con el Presidente Peña. Paciencia y astucia.

Decía Maquiavelo que al buen político lo sigue la buena estrella. Y al gobernador Medina se le alinearon los astros: un mandatario federal con la imagen debilitada y la atención puesta no en Nuevo León sino en otras prioridades; una oposición local panista con pleitos internos que la desgastan; una clase política priista que confundió sumisión con disciplina partidista; cierta prensa bien aceitada; una candidata a gobernadora del PRI que no metió mano en la elección interna de su partido.       

El sistema político de EUA abolió el “spoil system” en 1983 mediante el Acta Pendleton, y lo sustituyó por un sistema meritorio para acceder y mantener cualquier cargo público. En cambio, en Nuevo León, donde el único mérito es la lealtad, la práctica sigue vigente, al menos en la política del PRI: el vencedor en las negociaciones se lleva el botín completo. O como diría el pirata Jack Sparrow: “Toma todo, no devuelvas nada”.

Falta, desde luego, la prueba del ácido de la contienda electoral, donde los incondicionales del gobernador se enfrentarán a los candidatos del PAN y a los independientes. Ahí la correlación de fuerzas podría cambiar. Todo dependerá de la lectura que los electores hagan de este juego de poder y hacia donde tienda, el “Día D”, el voto ciudadano. O se ratifica el “spoil system”, o se deshace en un santiamén el ambicioso proyecto transexenal.