HORIZONTE CIUDADANO
¿De qué morimos los mexicanos?
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) presentó recientemente el estudio: “Carga de la enfermedad en México, 1990-2010. Nuevos resultados y desafíos”, el cual tiene el objetivo de realizar un diagnóstico actualizado de la carga de enfermedad en México por grupos de edad, sexo, regiones del país y por grupos de enfermedad.

El INSP afirma que el perfil de salud que hoy presenta la población mexicana tiene un rostro distinto al de hace unas décadas; el envejecimiento de la población y los estilos de vida poco saludables han propiciado que entre las principales causas de muerte en México se encuentren las enfermedades crónico-degenerativas, sin embargo, la violencia en el norte del país o la pobreza en el sur, modifican el panorama; el riesgo de presentar una muerte prematura por las enfermedades transmisibles de la nutrición y de la reproducción es 36 por ciento más elevada en la zona sur que en el norte del país, en contraste, el riesgo de que se pierda una vida prematuramente por lesiones intencionales y accidentales es el 92 por ciento más alto en las personas que viven en el norte con respecto a los que viven en el sur.

El informe advierte que, en México, "La cardiopatía isquémica y la diabetes presentaron un incremento del 97 y 82 por ciento entre 1990 y 2010, mientras que la enfermedad renal crónica se incrementó en 410 por ciento". 

Los primeros cinco padecimientos que cobran la vida de las mujeres mexicanas son la cardiopatía isquémica, la diabetes mellitus, la enfermedad renal crónica, la cerebrovascular y la pulmonar obstructiva crónica. Estas enfermedades en conjunto, provocaron el 45.6 por ciento del total de las defunciones en mujeres en 2010.

En contraste, la mortalidad en los hombres es causada principalmente por la cardiopatía isquémica seguida por la cirrosis hepática, la diabetes mellitus, la enfermedad renal crónica y los homicidios. En los varones, "La cardiopatía isquémica y la diabetes aumentaron en 104 y 111 por ciento mientras que la enfermedad renal crónica aumentó 429 por ciento" establece el INSP.

El estudio muestra con claridad la heterogeneidad de los riesgos y problemas de salud en este país, por un lado está la zona socialmente rezagada del sur vinculada a las carencias básicas en vivienda, nutrición, educación y acceso a los servicios de salud y por otro, la zona norte del país que vive situaciones de extrema violencia y su expresión rebasa cualquier expectativa de mesura y declaración de contención, finalmente este país está entrando de manera muy clara al proceso de transición de riesgos donde predominan los problemas de corte crónico y no transmisible de magnitud considerable en todos los grupos de edad.

El informe llamó mucho mi atención porque es el primer documento de este tipo que se publica en el país que ofrece un diagnóstico sobre los principales problemas de salud acompañado por los testimonios y evidencias desde la mirada de los usuarios, de los enfermos y/o sus familiares a fin de otorgarle a la salud el verdadero carácter de un derecho humano universal.

Ahora, en México se viven más años pero no necesariamente con mayor calidad de vida, porque la generalidad permanecen más tiempo enfermos y acompañados de varios malestares a la vez; la discapacidad asociada a las enfermedades va restringiendo las facultades para atender la vida diaria, de ahí que el complejo proceso de salud y enfermedad de hoy necesite de miradas complementarias que le den a las cifras una perspectiva más humana, cálida y justa.

El Instituto Nacional de Salud Pública entrega un diagnóstico con una carga humanística novedosa al no atenerse solamente a la frialdad de las cifras estadísticas; ojalá las direcciones médicas se den a la tarea de conocerlo.