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1771 9 Febrero 2015

 

 

La mina de oro y los 43 normalistas
Paz Flores

 

Monterrey.- En Guerrero está una de las minas de oro más productivas de latinoamérica, en el ejido de Carrizalillo, muy cerca de Ayotzinapa, donde los 43 normalistas desaparecieron.

La mina Los Filos-El Bermejal, a cielo abierto, es extremadamente contaminante. El cianuro y el arsénico envenenan los mantos freáticos y las enfermedades mortales proliferan entre los comuneros. Ellos rentan a precio miserable mil 100 hectáreas desde el 2007 a la empresa canadiense Goldcorp Inc. De ese oro no queda casi ninguna ganancia, todo va para Canadá, para Goldcorp Inc, mientras en México sólo queda muerte y devastación.

Según la página de internet de Goldcorp, “la operación de Los Filos consiste en dos minas a cielo abierto (Los Filos y El Bermejal) y una mina subterránea; y su ubicación está entre los ejidos de Carrizalillo y Mezcala en Guerrero, cerca del río Balsas, lo cual es letal porque el cianuro y el arsénico pueden llegar a uno de los afluentes importantes de México. Según Google maps, está a medio camino entre la Normal de Ayotzinapa e Iguala, donde se dieron los hechos violentos, 56 kilómetros entre Iguala y la mina Los Filos de Carrizalillo, a menos de una hora en auto, 51 minutos de camino.

Antes de abril del 2014, un grupo de jóvenes de las zonas aledañas y con acceso a internet entraron a leer la página de Goldcorp Inc. Ahí descubrieron que Goldcorp presume de una minería sustentable, pago correcto, ayuda a la comunidades. Esta falacia provocó enojo en los jóvenes, porque saben que a los dueños de la tierra les pagan una miseria y han envenenado a la tierra y a su gente.

El director general y presidente de Goldcorp ha recibido premios humanitarios en Canadá, presume en uno de sus sitios de internet. Cinismo, ironía, ceguera, no sé cómo calificarlo.

Estos jóvenes fueron a comunicar lo que leyeron sobre Goldcorp y la mina a sus parientes y conocidos, según reporteros del períodico El Sur de Guerrero. Sus parientes son campesinos sin acceso a internet.

La pregunta es: ¿dónde consiguieron el acceso a internet estos jóvenes y dónde obtuvieron cierto nivel educativo para accesar a esta información de Goldcorp? ¿Eran los estudiantes de la Normal de Ayotzimpa acaso?  El 12 de septiembre, un comando de 100 encapuchados irrumpió en Carrizalillo, donde está la mina, disparando contra civiles; esto es un hecho (conignado por Notimex) ¿Por qué?; ¿como represalia por cerrar la mina?; ¿para amedrentar a los dueños de la tierra en donde se encuentra la mina?; son preguntas abiertas de respuestas complejas.

Los dueños de la tierra han bloqueado la mina Los Filos-El Bermejal varias veces, desde que se abrió en el 2007. El 1 de abril del 2014 hubo un fuerte bloqueo. El motivo: la miseria que se les paga por la renta de sus tierras y el envenenamiento por cianuro. Hay ciegos, enfermos de cáncer, embarazos prematuros, abortos y muertes como la de Sofía Figueroa Peña, afanadora para Goldcorp, entre tantas otras no registradas.

El 21 de enero del 2012, Proceso publicó un excelente repotaje: “El Carrizalillo: oro por cuentas vidrio”, de Marlén Castro y Rogelio Agustín, donde se aclara cómo Goldcorp practica un tipo de minería devastadora.

Obviamente, la empresa tiene la pleitesía del Gobierno Federal, estatal y municipal. El Presidente municipal, José Luis Abarca y su esposa tienen (tenían) varias joyerías de oro, dato curioso.

Los Abarca usaron sus métodos salvajes: “le hicieron como le hicieron”, a “su manera”, con “su gente”. La policía municipal, federal, la milicia con ayuda de los grupos de ataque narco, detuvieron a los normalistas, como ya sabemos.

Lo que no sabemos es si tenían más información de la que era conveniente, o eran un estorbo para la mina. ¿Qué relación tiene Goldcorp y el Gobierno tanto estatal como federal? Lo único cierto y lo que las cifras dejan ver es que México y su gente están siendo explotados. Estamos en un retroceso a tiempos de la conquista. Nos están saqueando.

Está registrado que “las madres gritaban: ¡en la mina, busquen en la mina!” cuando los 43 normalistas desaparecieron. Luego las callaron. El 22 de octubre del 2014, el diario El Sur de Guerrero (suracapulco.mx/archivos/218236) registra que gendarmes, policías y marinos catearon 30 viviendas y detuvieron a padres de la Normal de Ayotzinapa porque irían a buscar a sus hijos a una mina de Carrizalillo. Los pobladores de Carrizalillo narraron que efectivos federales les robaron dinero, alhajas, pantallas, con la excusa de que era para buscar a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre del 2014.

En el reportaje de Proceso, citado anteriormente ( 21 de enero del 2012)  describe cómo, en la mina de oro Los Filos-El Bermejal, las prácticas letales de minería provocaron muertes como la de Sofía Figueroa Peña. Ella trabajaba en la mina y muere el 4 de diciembre del 2010 en el IMSS de Acapulco, a sus 35 años de edad. Los huérfanos del ejido de Carrizalillo son las víctimas del escaso control que el gobierno mexicano ejerce sobre las minas concesionadas a extranjeros, como es el caso de Goldcorp.

Narran que Goldcorp sembraría orquídeas en los terrenos boscosos de los indios Mam, y en cambio se sembró la muerte. Las orquídeas de la muerte.

Canadá se lleva el oro de México favorecido por las leyes mexicanas.
Ocho minas en México son propiedad de 6 empresas canadienses. Mandeep Dhilon es activista de Minning Watch Canada, organización dedicada a la defensa de comunidades afectadas por la minería canadiense en el Planeta. El dice: “aunque el mundo corporativo canadiense se ve como un beneficiario de las agresivas corporaciones estadounidenses, la realidad de su industria minera le da la vuelta al mito”. El TLC permitió concesiones mineras sin controles y hoy es, quizá, uno de los más graves problemas ambientales y sociales en México.

Mandeep Dhilon ha expuesto los esquemas de terrorismo de las trasnacionales mineras ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Desplazamiento, robo, enfermedades, muerte, deforestación.

El análisis del agua de los pozos de esa zona demuestra que Goldcorp envenenó con arsénico y cianuro los afluentes, según el Centro de Derechos Humanos de la Montaña de Tlachinollan (julio de 2012). Es necesaria una alerta ambiental porque el río Balsas es un afluente muy importante y colinda con la mina.

Hace unos meses, Bruno Plácido Valerio, coordinador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, quien encabeza la búsqueda de los estudiantes, dijo: “Entre 20 o 30 de los normalistas desaparecidos están vivos en algún punto de la Sierra Madre Sur (o quizá aún están en la mina) custodiados por 100 hombres armados y mantenidos como rehenes para que no se divulgue la verdad y para que la mina siga adelante”.

“A los estudiantes los dividieron en dos grupos. Los mantuvieron como trabajadores forzados en la mina de oro Los Filos-El Bermejal, en Carrizalejo. Más tarde, es probable por informes que los sacaran de la mina y los llevaran a la Sierra Madre Sur, en la parte central”, dijo el líder Bruno Plácido Valerio.

El 30 de abril del 2014, el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo de Extracción Minera (M4), publica un comunicado llamado “Goldcorp ¡me enferma!” Y exige a la empresa canadiense una rendición de cuentas por los daños a la salud y al ambiente: “Acapara tierras, es impune frente a resoluciones judiciales, no cumple compromisos que establece con la comunidades y enferma a los poblados. Siete de las minas de Goldcorp no cumplen con el Código Internacional del Manejo del Cianuro”, según el movimiento M4.

Insisto: ¿cuál es la relación en la desaparición o el asesinato de los 43 normalistas y la mina de oro de Carrizalejo? Es pregunta.

 

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