El secreto mejor guardado de Jaime Rodríguez
Eloy Garza González

San Pedro Garza García.- Los candidatos outsiders, los que se van por la libre, no tienen nada que perder. De ahí que sean más temerarios en sus campañas electorales; manejan un lenguaje sin acartonamientos, un comportamiento menos by the book, se deslizan en terrenos minados, se atreven, sueltan los instintos.

Felipe de Jesús Cantú, más relajado que su rival Margarita Arellanes; Madero con su sombrerito campirano, que no se pondría Iván (¿así se llama?). Jaime Rodríguez, sin pelos en la lengua (cualquier cosa que eso signifique), amarrando usuarios en redes sociales, como ranchero que laza potros salvajes. El propio Fernando Elizondo, modelo de monje franciscano, arribando en su moto BMW a un evento proselitista, como no lo hizo en ninguna otra contienda parecida.

Los otros, los “oficiales”, cuidándose de no comprometerse, de no meter la pata, almidonados de pies a cabeza, regalando sonrisas a cambio de propuestas. Por supuesto, adelanto vísperas. Las contiendas apenas comienzan. Pero no espere el lector (próximo votante), que cambie el panorama en las campañas formales. La sal y la pimienta la pondrán Jaime y Elizondo y los que queden de la poda de colados. La alteridad de unas contiendas sin contenido, sin sustancia, la impondrán los no convidados, los que tienen todo por ganar, porque no tienen nada que perder (si acaso un par de millones del bolsillo propio).

Sin embargo, pese a ellos, a los outsiders, pese a Jaime y a Elizondo, lo que veremos en este proceso que arranca será un fenómeno electoral poco estudiado, pero que se repite sin cesar: el isomorfismo, es decir, la tendencia en todas las campañas electorales a parecerse entre sí, a no jugársela. El isomorfismo explica por qué los candidatos de los partidos grandes actúan de forma similar, casi idéntica. El isomorfismo explica tanto spot de televisión trillado, tanto eslogan de manual, tanto puño que se adelanta a las cámaras televisivas, tanta voz enfática pero sin convicciones, tanto panorámico con rostros de sonrisa fingida. El estereotipo. El prototipo. El estándar. Y el dinero.

¿Se han puesto a pensar en el PRI y en el PAN las consecuencias de que Jaime esté levantando una base de datos (big data) que pretende llegar a más de 450 mil registros? ¿Se han puesto a analizar con cuántos votos se gana una elección para gobernador en Nuevo León? ¿Así estarán los padrones del PRI y del PAN tan actualizados como el de Jaime? Pero en vez de reaccionar con ingeniería electoral, quieren tumbar al bronco con demandas ridículas. En vez de inventar su propio storytelling, su historia qué contar a los ciudadanos, pierden el tiempo maquillándose para su próximo publirreportaje.   

Esta será la elección de las redes sociales. O no será. Esta será la elección de los medios alternos, si lo entienden así los candidatos independientes. Los pocos recursos los obligará a ser originales. A ser creativos e innovadores. No les quedará de otra. Internet frente a medios masivos. Facebook frente a televisión. Twitter frente a opinión publicada. Abrir brecha frente al camino pavimentado. Y al final, la movilización el día “D” mediante redes sociales (no normatizadas), frente a la movilización mediante líderes de colonia (un delito electoral). Lo nuevo frente a lo viejo. Lo que no termina de irse, frente a lo que no termina de llegar. El tiempo lo dirá.