LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Productividad y trabajo
Edilberto Cervantes Galván

 

Monterrey.- Desde los años ochenta del siglo pasado se registra en México una caída continua de la productividad. La situación es tal que el nivel de productividad en el país es 60 por ciento inferior al promedio de la OCDE y 70 por ciento menor a la de los Estados Unidos en el año 2013.  

Una explicación de este pobre desempeño se encuentra en el bajo nivel de competencias de la fuerza laboral y el bajo nivel educativo de la población.

El martes pasado se reunió el Comité Nacional de Productividad, un mecanismo de concertación creado por el gobierno federal en el que participan trabajadores, empresarios, instituciones educativas y el propio gobierno.

El objetivo del Comité es el de formular e implementar políticas públicas para impulsar el incremento de la productividad.

Puesto que el sector automotriz es el más dinámico en la economía mexicana el Comité está dedicando atención especial a analizar la situación de la industria de autopartes. Las empresas armadoras o fabricantes de autos son todas extranjeras; en la industria de las autopartes si hay productores o inversionistas mexicanos.

Se planteó en la sesión del Comité que las empresas de autopartes tienen un bajo nivel de integración debido, entre otros factores, a que carecen del personal con las competencias adecuadas.

Llama la atención que no se hace referencia a las tecnologías que se emplean y de dónde y cómo se adquieren; tampoco se mencionan los esquemas organizacionales de la producción. La carga de la prueba de la productividad se pone en las competencias de los trabajadores, dejando de lado otros factores.

El Comité Nacional de Productividad resolvió hacer una revisión meticulosa de las habilidades y competencias requeridas en la industria de autopartes y compararlas con la “oferta de programas públicos existentes”. Con base en esa información se harán los ajustes necesarios para que la oferta de programas públicos, en cuanto a formación de habilidades, certificación de competencias y capacitación laboral, responda a la demanda del sector de autopartes.

El esfuerzo de conciliación entre oferta y demanda de competencias se deja a los programas públicos; sin que se especifique el tipo de programas públicos a los que se refieren ni las instituciones responsables. No existe un sistema ni una política de capacitación a nivel nacional. Los institutos de capacitación públicos existentes responden a una lógica de sobrevivencia individual.  

El rumbo de los trabajos del Comité Nacional de Productividad parece adecuado, no así el ritmo ya que  ésta ha sido apenas la cuarta reunión ordinaria en cerca de tres años.

Habrá que ver el tiempo que se toma para realizar los estudios de habilidades y competencias y la agilidad de los programas públicos para ajustarse y responder a las necesidades de la industria.

Parece contradictorio que, por un lado, se reconozca el muy bajo nivel de productividad en México, comparado con los estándares internacionales y que al mismo tiempo se anuncie que en el primer trimestre del 2015 el país recibió un volumen histórico de Inversión Extranjera Directa. En el primer trimestre del año ingresaron siete mil 573.2 millones de dólares como IED, es decir, 30.1% superior a la preliminar del mismo periodo de 2014. Es la cifra más alta desde que se tiene registro de este indicador.

Si se lee la letra chiquita se encuentra que más de 2 mil millones se deben a la adquisición por la AT&T de dos empresas de comunicaciones ya establecidas: Iusacell y Unefon.

¿Cómo entender que siendo tan bajo el nivel de productividad aún así los inversionistas extranjeros no duden en traer su capital a México. ¿Será que los salarios son muy bajos o que el factor trabajo no representa una porción alta de los costos de producción; sobre todo en el sector de las telecomunicaciones.