Amenazas familiares
Eloy Garza González

 

San Pedro Garza García.- La fecha de caducidad de una nota de prensa es corta; su impacto brutal se evapora en unos cuantos días. “No somos ministerio público”, me dijo un célebre reportero de Nuevo León hablando de sus colegas del oficio.

Y tiene razón. De manera que es difícil que una nota de prensa que denuncia corruptelas y desfalcos del erario público, tumbe a un gobernador, o provoque el encarcelamiento de un pariente del gobernador, aún cuando el medio masivo que la emita sea veraz y objetivo (los hay cada vez menos).  

Pero las redes sociales (Facebook, Twitter, etcétera) que multiplican las notas sucesivas en torno a un mismo caso y actúan como termómetro de la opinión de miles de usuarios, aunado al prestigio del medio que publica la denuncia, sí pueden meter en graves problemas al gobernante acusado. Eso ocurre en Nuevo León con el padre del actual gobernador Rodrigo Medina y con el propio mandatario. 

¿Puede medirse científicamente el grado de modificación que una noticia negativa provoca en la impresión pública sobre la reputación de un gobierno? La respuesta es sí, gracias a las leyes libres de escala, que hasta ahora casi no se han aplicado en México.

Las redes libres de escala (o scale-free network) miden el tráfico de una nota publicada offline y online, con alta precisión, con lo que es posible fijar los alcances de su penetración entre los lectores. Parece cosa de ciencia ficción, pero es un método que se usa en Estados Unidos desde hace algúnos años.

La “vigencia” de una noticia es efímera: dura unos cuantos días. Pero si noticias relacionadas con el mismo asunto se imbrican o se suceden unas detrás de otras, se crea un fenómeno de viralización. Esto, en razón de que el ataque a la reputación de un gobernante no estiba en acusarlo por no dar explicaciones, sino que en realidad se le acusa de incapacidad para gobernar. Cuando una versión vinculada de esta idea-fuerza decrece, otra similar la sustituye en los próximos días y le infla vitalidad. Más en los periodos de campañas políticas: las elecciones agudizan la sensibilidad social sobre estos asuntos.

Algunos medios de comunicación conocen empíricamente, o hasta inconscientemente, las redes libres de escala, y aplican la imbricación de noticias hilvanadas en una misma idea-fuerza (en este caso la “incapacidad” del gobernante) . ¿Cuál es el secreto para que funcione la reiteración del golpeteo mediático? Se valen de otro principio, en este caso uno concebido por el Rensselaer Polytechnic Institut: cuando el 11 por ciento de la población tiene una creencia firme, es seguro que otro 89 por ciento de esa misma población la adopte. Entonces al poder público no le resta más que iniciar una averiguación previa del caso. Y es cuando procede el arraigo. Así, los problemas para el gobernante están apenas en su fase germinal.