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1866 22 Junio 2015

 

 

Margarita y sus obstáculos presidenciales
Ernesto Hernández Norzagaray

 

Mazatlán.- Si las ambiciones presidenciales siempre son una carrera de obstáculos, en Margarita Zavala son dos grandes: uno, los dirigentes de su partido que este año bloquearon sus pretensiones de llegar como diputada a San Lázaro; y el otro su marido, el ex presidente Felipe Calderón.

El PAN de hoy evidentemente no es el suyo, ni el de su marido, ni el de los calderonistas. Ellos son casi personas no gratas y lo seguirán siendo mientras estén los maderistas en el poder. Así, es muy seguro que las puertas permanecerán cerradas para la familia calderonista o tendrán que ir con todo para poder entrar –aun, cuando, las buenas maneras de Ricardo Anaya podrían hacer parecer lo contrario y el partido mantiene su esencia de unidad en lo diverso.

Lo cierto es que sigue presente la disputa entre maderistas y calderonistas por el control del partido y el proceso sucesorio, eso puede llevar un buen tiempo antes de que se concilien las partes en conflicto.  Y eso solo puede suceder cuando sea inevitable la unidad del partido, lo que no se ve para cuando, después de los resultados electorales del 7 de junio que aun con todo le ha permitido al PAN recuperar espacios perdidos y avanzar en otros sin dejar de reconocer que en antiguos bastiones les ha ido como en feria, como son los casos de Nuevo León, Jalisco, Sonora o Sinaloa.

La postulación presidencial de Margarita Zavala es parte de una estrategia de posicionamiento. Saben los calderonistas que no hay tiempo que perder. Y es que aun cuando el calendario electoral formal está muy lejos de iniciar, qué sería por allá de finales de octubre de 2017, la experiencia presidencial recomienda empezar mucho antes aun cuando significa una mayor exposición al golpeteo político.

Ahí está la apuesta, al dar a conocer sus intenciones Margarita Zavala este grupo busca que se le vea y trate como aspirante panista a la candidatura presidencial y así en adelante todos sus actos públicos y privados tengan ese carácter, lo que lleva a la prudencia y a las buenas maneras internas.

Y es que  no es, como dice Margarita Zavala, solo un asunto de dar “a conocer intenciones”, sino hacer política desde una buena posición para que se le tome en cuenta a ella y su grupo. Y así parece que está sucediendo en el terreno mediático, donde la noticia a través de ese video obnubilo momentáneamente la campaña mediática del otro aspirante panista: Rafael Moreno Valle.

¿Resultará la estrategia calderonista?, eso lo veremos en los próximos meses o quizá después de las elecciones estatales del año entrante, cuando seguramente ella y su esposo buscarían apoyar, como lo hicieron recientemente, a candidatos afines en varios estados e incluso cuando se elija una nueva dirección nacional, pero del 7 de junio no podrán adjudicarse ningún triunfo importante e incluso podría decirse que afectó al partido cuando este se enfrentó mediáticamente con El Bronco sin considerar que lo estaba haciéndolo contra un mito de la política como espectáculo.

Justamente, el Presidente de la llamada “guerra contra el narco”, es el otro pasivo que pudiera tener Margarita a la que algunos analistas que actúan como publicistas, la califican como la “mejor primera dama” que ha dado este país o exaltan su carrera política cuando ha sido poco conocido su desempeño en los cargos de representación política donde ha estado. Ahora, si de  lo que se trata, es decir que fue mejor que Martha Sahagún para eso, solo se necesitaba hacer poco o nada.

Calderón Hinojosa sigue teniendo a muchos mexicanos molestos y a otros muy molestos. Su triunfo que estuvo marcado por su patético “haiga sido como haiga sido”, no se ha olvidado y lamentablemente se lo habrán de cobrar a su esposa en el caso de que avance en sus aspiraciones presidenciales.

Lo mismo los deudos de las víctimas de su “guerra contra el narco”, que como se ha documentado, significó al menos 60 mil muertos entre ellos más de 1000 infantes que estuvieron en el lugar y el momento equivocado.

Niños que se suman a los 49 calcinados en la Guardería ABC y por los cuáles ninguno de los responsables políticos sufrió castigo. Una herida que no cierra todavía y quizá nunca entre los padres que lamentan estas muertes todavía impunes.

Entonces, imaginemos una campaña interna por la nominación presidencial en el PAN, no es difícil pensar de como habrán de ser recibidos incluso pocos candidatos querrán que Calderón los acompañe en sus campañas políticas como seguramente ocurrió recientemente.

Más aun, imaginemos el remoto caso de que Margarita Zavala resultara candidata presidencial del PAN, el vacío podría ser mayor al que Calderón le hizo a Josefina Vázquez Mota.

La Zavala haría bien pedirle a Calderón Hinojosa que se vaya a un retiro a Zamora y que le permita ser ella misma en esta búsqueda por la nominación panista.

Calderón si bien no está negado hacer política pues las leyes se lo permiten, si está negado para hacer política entre las masas, sus negativos son muchos y sin duda afectarían a cualesquier panista que aspire a un cargo de elección popular.

Cosa curiosa de este inició de campaña. Hay quienes han empezado a relacionar en redes sociales la pareja Clinton-Rodham, como se apellida realmente Hilary, con la de Calderón-Zavala, como si esto de la política fuera un asunto de publicidad de mancuernas matrimoniales exitosas y no lo que conocemos que son intereses mucho más allá de los filiales.

Clinton no es Calderón, como tampoco Rodham es Zavala, y menos todavía Estados Unidos de Norteamérica es México.

Entonces, lo real desde el autodestape blanquiazul es la continuación de la lucha entre maderistas y calderonistas, donde es manifiesto el control de los primeros sobre el partido sobre todo ahora cuando estos recuperaron Querétaro y San Luis Potosí y mantienen la segunda mayor fracción parlamentaria.

En definitiva, los dos obstáculos que enfrenta este autodestape son de esos que se pueden administrar, pero nunca llegar a un buen término, hay en el camino muchos agravios personales, como aquel que se ventiló en los medios entre Juan Molinar Horcasitas y el propio Calderón, que ante los arranques de ira y autoritarismo de este último, simplemente el hoy fallecido le aclaro que no le sobraba carácter, sino temperamento, porque si fuera carácter este podría haberlo salvado de sus desatinos y de paso habría facilitado el tránsito de su mujer en este camino, donde hoy tiene pocas posibilidades de llegar a buen puerto.

Pues, muchos, quizá muchísimos, estarán viéndolo a él y no a Margarita.
Salvo, claro, que ella termine por imponerse a los maderistas y a su propio marido.

 

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