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1878 8 Julio 2015

 

 

MUROS Y PUENTES
Hacia los ‘Juegos del Hambre’
Raúl Caballero García

 

Dallas.- La imagen de Donald Trump se ha vuelto una especie de piñata vapuleada (como las que comenzaron a crear artesanos en Reynosa).

Hace días, en el sitio web de Forbes, sacaron un seguimiento que enseguida fue citado aquí y allá, lo titularon con esta pregunta: ¿Quién se deslindó de Trump hoy?

Sus ofensivas palabras contra los mexicanos han propiciado no pocos deslindes y rechazos lo mismo de socios comerciales que hoy lo desconocen como de personalidades públicas. Da la nota y además al referirse a él se da un inevitable pitorreo entre colegas columnistas que para nada lo toman en serio “pero hay que cubrirlo”, se quejan, por otra parte, colegas reporteros, y por encima de esa parafernalia en que los medios lo llevan y lo traen, al paso de los días sus compañeros de embarcación –quienes como él se han lanzado a perseguir la nominación republicana– se remolinan en sus posturas, los hay que se igualan a él y enarbolan sus patéticas bufonadas como el procaz senador texano Ted Cruz, y luego están los que buscan distanciarse pero al mismo tiempo muestran sus coincidencias como Rick Perry y, uf, en fin, los que se resignan a tenerlo arriba del barco pero no se deslindan; y al final, los que tardíamente se deslindan y rechazan sus habladas, como Jeb Bush, quien más de dos semanas después, el 4 de julio, pintó su raya.

No creo que se haya tardado tanto para expresar sus sentimientos –toda vez que su propia esposa es mexicana y su descendencia lleva sangre mexicana–, la cuestionable tardanza es por su falta de pericia de su equipo de campaña para desligarse enseguida y con altura del infame personaje; lo más probable es que perdieron el tiempo sopesando la reacción de los más conservadores de sus filas, es decir, quienes dictan la línea del Partido Republicano y de quienes esperan respaldo.

Tal ha sido el bamboleo de estos días tras el destape de Trump, quien vino a darle color a la hasta entonces aburrida precampaña, aunque sin duda el excesivo número de aspirantes republicanos ya de por sí es un espectáculo, a la fecha van 15 y, de acuerdo al sitio Real Clear Politics, precisamente es Jeb Bush, quien mantiene la delantera (con 16.3 puntos porcentuales), seguido por Scott Walker, Ben Carson y Marco Rubio (con 10.5, 9.8 y 9.3 respectivamente); los otros once van mucho más atrás.

Sí, hasta este lunes 6 son 15 los republicanos destapados, pero en cualquier momento la cifra puede aumentar; ya son tantos, que el otro día el presidente Barack Obama tornó jocoso el asunto al ironizar que ya perdió la cuenta pero “son suficientes para realizar unos verdaderos Juegos del Hambre”, esa competencia de la ficción en la que se eliminan unos a otros. Lo cierto, ironías aparte, es que lo esperado es que en la liza de los republicanos se den con todo.

Y ya tenemos la primera fecha para que den inicio estos “juegos del hambre”; el primer enfrentamiento será el próximo 6 de agosto, cuando tendrá lugar el primer debate en la cadena Fox.

¿Y qué tenemos en las filas demócratas?, nada nuevo, Hillary Clinton sigue muy, muy por delante de sus aventados correligionarios. Según el mismo sitio, el pasado lunes Clinton era señalada con 62.8 en tanto que Bernie Sanders contaba apenas 14.3 y los demás (destapados o hasta ese momento nomás “destapables”) Joe Biden 13.3, Jim Webb 2.3, Martin O’Malley 1.3 y Lincoln Chafee 0.0.

Todo indica, pues, que Clinton será la nominada. A la fecha los ataques y las críticas no le hacen mella, parece avanzar en un buque de guerra acorazado por los 30 años que lleva navegando al frente de la política nacional: como primera dama, como senadora, como secretaria de Estado, como candidata presidencial, ni más ni menos.

Si hemos de esbozar el acontecer político electoral del momento, se precisa redundar en Hillary y en Jeb sin dar nada por hecho, pues además de ser muy temprano, en este país cualquier día las cosas se truecan distintas; no olvido cuando George W. Bush pasó de ser un inopinado aspirante presidencial del Partido Republicano a inquilino de la Casa Blanca... y encima se echó los 8 años... aunque hoy nadie quiera saber nada de su desastroso paso por la Presidencia, ni su propio hermano, quien a su pesar carga con el incómodo lastre.

Hay que ver cómo Jeb se quitará ese peso de encima, y lo que acontezca en el primer debate dará la pauta para el resto de la carrera, hay que verlo, ahí cada cual se perfilará. Se acaba el espacio y lo que hay que anotar antes del punto final es que –para volver y rematar con el Cuchillito de Palo que representa Trump– el mencionado debate sólo permite 10 contendientes, de tal manera que los 5 o más que se quedarán fuera del debate serán los que tengan menor puntaje porcentual en las encuestas del momento.

Algunos factores se pueden destacar previamente. Fox TV da el banderazo para que unos y otros se lancen a la esgrima, es obvio que entre ellos la disputa no se quedará en la limpieza que caracteriza al arte de esgrimir, ese factor a la larga asegura el espectáculo de fondo. Por lo demás, es un hecho que todos coinciden en mayor o menor medida al ser antiinmigrantes, tema que se perfila como termómetro de su dureza (vieja película) y ahora esa ensalada ya se aderezó con el factor Trump.

Usted dé por hecho que en el evento estará Trump, quien ha escalado puntos gracias al revuelo causado por sus desorbitadas ofensas, de las que no se retracta porque obviamente le están redituando; pero Trump no deja de ser Trump; como los bufones en las cortes anacrónicas, no pasará de ser un truhán chocarrero, uno de los factores más deplorables (por lo necio que puede resultar) lo que nos hace pensar que no llegará de pie a la convención; ¿o sí?

Escritor y periodista regiomontano, es director editorial de La Estrella en Casa y La Estrella Digital en Dallas/Fort Worth Texas. Para comentarios: Twitter: @laestrelladfw o E-Mail: rcaballero@diariolaestrella.com.

 

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