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1892 28 Julio 2015

 

 

Trump
Samuel Schmidt

 

Ciudad de México.- Los políticos entienden que una forma de promoverse es convertirse ellos en noticia. López Obrador lo entendió al grado que lo hizo ser el político tal vez más conocido en México.

Una de las formas de marketing más exitosa es lograr que los medios repitan el mensaje emitido, lo que consigue publicidad gratis invaluable. Eso hizo Apple cuando lanzó un comercial en el superbowl que le logró millones en publicidad gratis por la repetición que hicieron los medios de su comercial, eso disparó su negocio.

Donald Trump parece entender muy bien ambos principios. Siempre ha sido un personaje controversial, pero sus bravatas no pasaban a mayores hasta que decidió lanzarse a la presidencia, y su cálculo parece haber encontrado una oportunidad de oro.

Entre las filas de los republicanos, que engrosan a cada paso, no hay opciones adecuadas. Desde continuar con la dinastía Bush, por medio del hermano que articuló el fraude electoral en Florida que le dio la puntilla a las aspiraciones de Al Gore, al gobernador de New Jersey acusado de crear un embotellamiento para castigar a funcionarios que no apoyaron su campaña.
Los candidatos pelean por dinero para la campaña, lo que no parece preocupar a Trump.

Las filas republicanas se debaten en pocos temas: migración, continuar los ataques a Obama, especialmente su programa de salud, los ataques a Hillary Clinton especialmente la muerte del embajador en Bengasi y el aborto. Parece haber una competencia para ver quién se pone en el extremo más radical, tal vez porque saben que han perdido a un segmento muy importante de los hispanos y de los moderados, Trump ha elevado a la agenda opciones radicales y peligrosas.

Trump entendió que la gente está harta de los políticos tradicionales, de la demagogia, de la parálisis que han provocado en Washington, especialmente los de su partido. Ha optado por jugar al anti político, la misma estrategia de Vicente Fox. De aquí en adelante la campaña se convierte en ocurrencias muy bien medidas para avanzar.

Empezó golpeando a México. Su declaración cae en oídos que están acostumbrados a escuchar que México es un país corrupto, incapaz de retener a su población y a la vieja postura que sostiene que los migrantes son nocivos. Es irrelevante que esto sea mentira, porque han convencido a la sociedad que hay que proteger a la frontera sur, de los MEXICANOS. Y justo en eso se escapa el Chapo dándole la razón. La declaración abrió un fuerte debate y la amenaza de que no contaría con el voto hispano, hasta logró movilizaciones en su contra. Su posición en las encuestas alcanzó los 14 puntos y en algunas los 18.

Logró lanzar su candidatura con un gran debate; su opción del nicho político era correcta. Los ultra conservadores del partido Republicano recuperaron el congreso y el senado el año pasado y Trump se ubicó justo en el terreno que se abonó para tratar de destruir a Obama, terreno racista y prejuiciado. Parte de esa dinámica fue con un discurso anti migrante que rayaba en el racismo.
Siguió contra uno de los iconos del republicanismo, un político que ha logrado una buena parte de su carrera basado en su condición de prisionero de guerra. De nuevo logró que su declaración levantara una enorme polvareda, justo cuando se discute la ineficiencia del Departamento de veteranos parta atenderlos medicamente, su discusión fue materia de debate nacional. Siguió ascendiendo en las encuestas, llegó a los 28 puntos mientras Bush se estaciona en 12.

Fue a Laredo con la intención de reunirse con el sindicato de empleados de la migra, y ahí le negó la entrada a un medio, el Des Moines Register que dijo que debía retirarse de la campaña porque no tenía estatura presidencial, de nuevo repitió la fórmula, se abrió un debate y se enteró todo el mundo de algo que hubiera pasado desapercibido. CNN le dedicó un largo debate. Eso sucedió justo cuando se criticó al New York Times por agredir a Hillary Clinton. Veremos a cuánto suben las encuestas.

Trump se beneficiará del menosprecio que le tiene mucha gente, porque lo sabrá usar a su favor.

Se equivocan los que aseguran que no será candidato y tal vez se equivoquen los que aseguran que no ganará la elección. La política es veleidosa, hoy se niega lo que se dijo ayer, la sociedad tiene corta memoria y el marketing político entendió que las campañas sirven para manipular emociones. Esto lo dijeron expresamente los mercadólogos de Fox.

Posiblemente gane las elecciones, con dos posibilidades: que use su arrogancia a favor de su país, o que sea un fiasco total, demostrando que jugar al anti político para hacer política no siempre garantiza una buena gestión presidencial. La sociedad mientras tanto paga las consecuencias.

 

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