Arrancan elecciones 2016 en Hidalgo
Pablo Vargas González
Pachuca.- Ni siquiera se ha dado el penúltimo informe del gobernador y ya se pusieron en marcha los músculos políticos electorales del estado de Hidalgo para organizar la elección más importante de su historia política en 2016.
Sin embargo, no todo es “miel en hojuelas”, existen fuertes factores que anuncian una gran incertidumbre debido al endurecimiento del poder local para cerrar las puertas a candidaturas independientes y a la debilidad con la que fue designado el consejo general del IEEH, árbitro electoral.
El próximo año tendrá la entidad, por primera ocasión en la historia política la concurrencia de elecciones locales (gobernador, diputados, ayuntamientos), y hay cuatro factores que pueden influir fuertemente ya desde estos momentos en que las fuerzas políticas están desbordadas por conseguir la candidatura a la gubernatura y no hacen caso de los débiles llamados a “esperar los tiempos”.
1. El árbitro electoral. La designación del consejo general del Instituto Electoral del Estado de Hidalgo (IEEH) fue cambiado con respecto a la reforma electoral federal de 2014, cuya línea fue impedir la injerencia de los gobernadores en el control de los organismos electorales, empero el mecanismo empleado desde el Consejo General del INE desvirtuó los procedimientos objetivos, manosearon las reglas de la convocatoria y en la decisión influyeron nuevamente las cuotas de los tres principales partidos, que de entrada regalan una “manzana envenenada” por la debilidad institucional con la que se inicia la elección.
2. La influencia del poder local no fue mínima, previamente a la fallida designación del árbitro electoral el Congreso Local aprobó al vapor el Código Electoral del Estado de Hidalgo que regirá en la próxima elección; a pesar de haber sido presentada en una Mesa política donde están los partidos políticos, por las prisas y por hacer la legislación a su imperio y condición del partido gobernante, metieron las patas de gran manera, de tal suerte que hasta el momento el Tribunal electoral (TEPJF) ha tenido que intervenir para corregir las pifias legislativas.
No obstante los traspiés, la partidocracia local siguió legislando, sin que ningún partido levantara la voz, haciendo empastelados sobre el Código Electoral que todavía no se aplica pero ya tiene tachaduras y remiendos, inclusive en la última semana se aprobaron medidas “Anti Bronco” que son abiertamente inconstitucionales y que intentan impedir que haya candidaturas independientes en los distintos cargos en disputa.
3. Partidos y candidaturas. En el PRI y en el PRD se adelantaron los auto destapes y no es para menos, los riesgos de una imposición desde el Centro, sobre todo del CEN del PRI o de la Secretaría de Gobernación no son menores. En el PRI en inicio de este año había tres aspirantes, pero de repente desde el gobierno local lanzaron una encuesta de opinión e inflaron la lista a siete aspirantes.
Lo cierto es que hay un bloqueo desde el gobierno local para impedir que llegue (n) ciertos candidatos (as); y hay una disputa ya no tanto soterrada que cada día va ser más fuerte y abierta. Sin embargo, dentro de esa lista de siete, seis tienen cargos federales por lo que el designado llegará, como siempre desde arriba y del centro.
4. Credibilidad por los suelos. La caída de la confianza y credibilidad es cada vez mayor, tan solo hay que revisar las redes sociales, y el descontento por las políticas y programas locales pero también por el estilo de gobernar en solitario y sin consultar a la sociedad. Ante los resultados electorales y la baja del voto para todos los partidos en junio pasado es un fuerte acicate.
Esta primera ocasión de unificar el calendario electoral permitirá fuerte competitividad para partidos y coaliciones pero también para la sociedad y la ciudadanía de hacer propuestas y construir alternativas no partidarias, sobre todo en los municipios se pueden impulsar verdaderas candidaturas ciudadanas. Ya veremos.
