Las predicciones de Pepe
Víctor Alejandro Espinoza
Tijuana.- Motivados por el triunfo de 6 candidatos en los pasados comicios concurrentes, estamos siendo testigos de la proliferación de aspirantes a convertirse en candidatos independientes en la ciudad de Tijuana.
Hasta este momento el fenómeno parece circunscribirse a esta ciudad, pronto veremos qué sucede en el resto de los municipios.
Decepcionados de los partidos políticos, los sondeos de opinión muestran que hay una mayoría de ciudadanos que dicen estar dispuestos a votar por un candidato independiente. Ese es otro fuerte acicate para que algunos ciudadanos (y una ciudadana hasta el momento) aspiren a convertirse en émulos de Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco”, nuevo gobernador de Nuevo León.
En algunas entidades los requisitos establecidos en las normatividad electoral para obtener la candidatura independiente son más rigurosos que lo que se plasmó en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE).
En el caso de Baja California, se promulgó una Ley que Reglamenta las Candidaturas Independientes (LRCI). Si a nivel federal se exige una cédula de respaldo –firmas– del 2 por ciento para diputados y senadores del listado nominal y del 1 por ciento para presidente de la República; en Baja California se estableció un 2 por ciento para gobernador, 2.5 por ciento para alcaldes y 3 por ciento para diputados. Pero además, el candidato a gobernador cuenta con 60 días para recabar las firmas necesarias, 42 los aspirantes a alcalde y sólo 29 días los que quieran ser diputados (mientras que los aspirantes a la presidencia de la República 120; al Senado 90 y a una diputación federal 60 días).
Y todavía más, no pueden haber participado en un proceso interno de selección en un partido, precampaña o algún cargo de elección popular o al interior de un partido, 3 años antes del registro de la candidatura. Están obligados también a formar una asociación civil que los apoye en la organización y administración de los recursos de la campaña.
Para José Woldenberg, con cada candidato independiente se constituye en los hechos un mini partido político. En el caso federal, la ley obliga a la formación de una asociación civil que manejará los recursos económicos de la campaña. Según el Art. 368 la Asociación Civil “deberá tener el mismo tratamiento que un partido político en el régimen fiscal” (LGIPE). En el caso local no se obliga a la creación de una asociación, pero si a “la designación de la persona encargada del manejo de los recursos financieros y de la rendición de informes correspondientes” (Art. 29, LRCI).
Para tener cierta oportunidad de éxito, los candidatos independientes requieren de una estructura que se asemeja a un partido político. En el proceso electoral que culminó el 7 de junio pasado, los 123 candidatos independientes generaron sus estructuras de apoyo; sólo 6 de ellos lograron el triunfo; pero fueron fundamentales sus equipos para tal fin.
Con el arranque del presente proceso electoral ha surgido una nueva modalidad: asociaciones civiles que primero se constituyen y posteriormente buscan a los candidatos idóneos. Distingo cuando menos tres en la ciudad de Tijuana: Rescatemos Baja California, República de Baja California y Tijuana Independiente (TI). Esta última sin duda la más activa y visible en medios.
Además, ha propuesto a las otras organizaciones y a los aspirantes ser la plataforma de despegue para las candidaturas. Todavía más, ha convocado para que mediante examen público se seleccione al “líder ciudadano” quien será el agraciado con el apoyo de la asociación y quien se comprometerá a impulsar el proyecto de gobierno diseñado por “líderes” en diferentes áreas. Los aspirantes se obligan a no participar “en otros procesos de selección de liderazgos independientes o partidos políticos (y a) apoyar a quienes resulten seleccionados por esta agrupación”. Un miembro de la directiva de la asociación me comentó que de ésta “saldrían algunos regidores pero no el gabinete”; no entiendo bien cómo sería el proceso, pues quien se registra es el candidato pero sin planilla.
Para abonar a la hipótesis de Pepe Woldenberg, la ley establece condiciones que deben cumplir los independientes al igual que los partidos políticos: se tiene que registrar la plataforma electoral con las propuestas del candidato para la campaña; me imagino que ésta será la elaborada por la TI. Es muy probable también que de TI salga el representante del candidato ante los “órganos del instituto” (Art. 34, LRCI).
Si tomamos la definición de partido político, entonces nos acercamos a la comparación señalada: “Los partidos políticos son entidades de interés público (…) y tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de estos al ejercicio del poder público” (Art. 3, Ley General de Partidos Políticos). Si en la elección pasada se planteaba la similitud de las estructuras que apoyaban a los independientes con un partido, en el caso de TI cumple exactamente su función: postular a un “líder ciudadano”. Con el agravante que los “no idóneos” o reprobados cargarán con esa cruz decidan o no seguir con sus aspiraciones “independientes”. Diferente hubiera sido si TI hubiera presentado una plataforma o un plan de gobierno a todos los candidatos e invitado a comprometerse a llevarlo a cabo de llegar a la alcaldía. Y además, darle seguimiento en un ejercicio de rendición de cuentas.
Se me dirá que la diferencia del esquema bajacaliforniano de la relación entre una asociación y el líder seleccionado no es la de un partido, porque la asociación no cuenta con prerrogativas; pero de que habrá financiamiento público (y privado) lo habrá, de eso no queda duda y así se contempla en la ley. Digamos que un partido político cuenta con muchos recursos, y los candidatos independientes con menos. Pero ese no es el asunto sustantivo en esta reflexión.
Para tener posibilidades de triunfo debería haber un solo candidato independiente; aun así estaríamos hablando de 13 partidos políticos, más los independientes en la lucha por la alcaldía; el futuro parece la fragmentación del voto donde los beneficiados serían los partidos mayoritarios capaces de convocar a su voto duro. Ya veremos.
