Chava Flores
Ismael Vidales Delgado
Monterrey.- Una de las mejores fuentes de la historia es la crónica, es decir, la compilación ordenada cronológicamente de diversos sucesos: sociales, deportivos, literarios, etcétera.
En México han existido cronistas de la talla de Don Guillermo Prieto, Luis González Obregón, y Salvador Novo. En Nuevo León, se han distinguido, entre otros: Juan Bautista Chapapría (el cronista anónimo), Héctor González, Plinio D. Ordóñez, José P. Saldaña, Celso Garza Guajardo y por supuesto el maestro Israel Cavazos Garza.
En el Distrito Federal existió un personaje muy singular, mezcla de músico y compositor que ha sido considerado el cronista musical de la Ciudad de México, porque en sus más de 300 canciones recogió la forma de ser no sólo de los capitalinos, sino de muchos otros mexicanos: Salvador Flores Rivera, mejor conocido como CHAVA FLORES.
Chava Flores se inició en 1950 como editor de una famosa revista titulada "Álbum de oro de la canción". En 1952 comenzó una vertiginosa carrera por el mundo de la música gracias a que la RCA Víctor le grabó un sencillo con dos canciones: "Dos horas de balazos" y "La tertulia". La primera fue cantada por los Hermanos Reyes y Teresita en la película "Amor de locura" que protagonizaron: Niní Marshall, Oscar Pulido y Tongolele. "La tertulia" fue cantada por Pedro Infante, en la película "Dos tipos de cuidado" (1952) donde alterna nada menos que otro ídolo de los cincuenta: Jorge Negrete.
A estos éxitos le siguieron otros como "Carta a Eufemia" que canta también Pedro Infante en la película "Ahí viene Martín Corona" en la que también trabaja "El Piporro" y que musicalizó José Alfredo Jiménez. En "Rebelde sin casa" Chava Flores hace dúo con Tin Tan cantando "El bautizo de Cheto".
En la canción "No es justu" se burla del famoso Regente Ernesto P. Uruchurtu quien gobernó el D. F. de 1952 a 1966. En la misma línea está su canción "El hijo del granadero", ambas surgieron en tiempos de mucha represión, cuando el famoso cómico Jesús Martínez Rentería "Palillo" actuaba en las carpas con un amparo en la bolsa para evitar que lo encarcelaran.
Chava Flores rescató lo más granado del albur mexicano en canciones como "Tomando té" que cantaba Víctor Yturbe "El Pirulí", "El chico temido de la vecindad" "Herculano" y "La tienda de mi pueblo". Describió con harta comicidad situaciones amorosas ingenuas o candorosas en letras como "Cachito de retrato" "El retrato de Manuela" e "Ingrata pérjida".
Nadie puede escatimarle su calidad de cronista especialmente en composiciones como "Sábado Distrito Federal", "Vino la Reforma", "La esquina de mi barrio", "Voy en el metro", "La casa de la Lupe" y "Peso sobre peso o Bartola".
Trabajó como actor de cine en varias películas, entre ellas: La esquina de mi barrio (1957), Bajo el cielo de México (1957); Rebelde sin casa (1957), La máscara de la muerte (1960) y Cuatro hembras y un mach-o-menos (1981).
Sus canciones dieron nombre a varias película como: Ahí vienen los gorrones (1952) Pancho López (1956); Hora y media de balazos (1956); entre otras.
Chava Flores nació en 1920 en el barrio de La Merced, vivió casi toda su vida en el Distrito Federal, con excepción de unos años casi al final de su existencia que se radicó en Morelia, pero regresó a la capital unos días antes de morir el 5 de agosto de 1987.
En 2002 la Sociedad de Autores y Compositores develó un busto en la Plaza de los Compositores de la Colonia Hipódromo Condesa, en la que se lee "Al cronista musical de la Ciudad de México" y le sigue el nombre de varias de sus canciones como: Sábado Distrito Federal, A qué le tiras cuando sueñas mexicano, La tertulia, Peso sobre peso (La Bartola), Cerró sus ojitos Cleto, El gato viudo, Mi chorro de voz, Ingrata pérjida, Mi México de ayer.
Al calce de la placa se lee la frase "Si volviera a nacer, desearía ser el mismo pero rico, nada más para ver qué se siente". ¡Sin duda, todo un personaje!
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