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2011 11 Enero 2016

 

 

Entrevista pone en ridículo al Estado mexicano
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- El globo se desinfló. El chapo Guzmán volvió a poner en ridículo al Estado mexicano. El Presidente Peña Nieto se sintió profeta bíblico recién llegado a beber de los ríos de miel de la Tierra Prometida. Pero, ¡ay¡, agotó todo el dulce en una cucharada.

Resulta que, mientras miles de marinos y policías buscaban al sinaloense, éste, con vestidos de seda, cava bien surtida y chef cordón azul, recibía, graciosamente, a Sean Penn y Kate del Castillo, quienes lo entrevistaron para Rolling Stone.

El personal armado de la Federación tardó –con ayuda de los gringos y todo eso– seis meses en localizar al malandro de Badiraguato, en tanto que los dos actores sólo invirtieron unas cuantas horas en llegar a la ciudadela del minicapo y conversar con él toda la noche del dos al tres de octubre del año pasado.

¿Querían platicar con el “kingpin”, como le dicen los gringos? Vamos, nada más fácil. Sean y Kate hicieron dos vuelos, y con Alfredo, hijo del chapo, al volante, cruzaron, supongo que en un todoterreno, la sierra. ¿Y los retenes militares? Penn dice que a los soldados les dio pena detener por breves momentos al vehículo. En cuanto reconocieron a Alfredo lo dejaron pasar. Faltaba más. Usted dispense, señor.

La procuradora de Televisa, Arely Gómez, dice que a Guzmán lo perdió su ego. ¿Será? El sinaloense dijo a sus entrevistadores que su eventual arresto o muerte no afectaría en lo mínimo el tráfico de estupefacientes. No es el lenguaje de un ególatra. En su editorial del domingo, La Jornada escribió: “Hoy es claro que, mientras el gobierno federal se enfrascaba, según su propio dicho, en una cacería sin precedentes para recapturar a El Chapo, el paradero del narcotraficante era conocido por al menos un medio extranjero, un actor estadunidense y una connacional”.

La buena noticia es que hasta ayer todavía no se fugaba el chapo.

Pie de página
Todo indica que el Presidente Peña Nieto tiene un interés, digamos –somos chavitos bien educados– especial, en Monterrey VI. Y es que hay miles de millones de pesos en apoyo al demencial proyecto de traer agua de Pánuco, Veracruz, a Nuevo León. El bronco, ese pobre muchacho quien cree que es gobernador de nuestro estado, ya volvió a desdecirse y, después de una encerrona con EPN, nos receta la amarga medicina de Monterrey VI que, juró y perjuró, ya había cancelado. Eso sí: Jaime Heliodoro tiene la palabra de Peña Nieto de que la Federación aportará billete grueso para la construcción de la Línea Tres del Metro. Vaya consuelo: las promesas del mexiquense valen tanto como las de Rodríguez Calderón. 

hugo1857@outlook.com

 

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