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2021 25 Enero 2016

 

 

Coalición sin autocrítica
Ernesto Hernández Norzagaray

 

Mazatlán.- La decisión del Comité Directivo Estatal del PAN de ir en coalición con el PAS no sólo amplía la que sostendrá con el exiguo PRD, sino que fortalece un polo electoral con posibilidades de disputar espacios de poder.

A diferencia de la coalición de 2010, cuando el PAN junto con el PRD, MC y PT –éste yendo en contra de la línea nacional– llevaron a Malova al poder, en esta ocasión el escenario es más complicado, por la existencia de ausencias y presencias nuevas.

Insatisfacción
Para empezar tenemos un ciudadano insatisfecho con el rendimiento del “Gobernador ciudadano”, resultado de la coalición Cambiemos Sinaloa; y es que la oferta de cambio nunca fue realidad, lo muestran los números y más las encuestas de percepción sobre Malova y su gobierno, como de intención de voto, donde hasta un 60 por ciento no se pronuncia por votar, y dentro de los que dicen que lo harán, casi un 20 por ciento simpatiza por una candidatura independiente (El Universal, dixit), siendo ésta la segunda opción luego de la simpatía por el PRI.

Y es que el bajo rendimiento, los escándalos de corrupción y el gran endeudamiento público, han demostrado que este gobierno continuó haciendo el mismo ejercicio de patrimonialismo con los recursos del erario estatal, y eso, sumado a la frivolidad con que se manejó el Gobernador, camina en contra de los antiguos aliados.

Peor todavía, los partidos coaligados, más el PAS, no han hecho un balance crítico de este gobierno para poder ofrecer con una alternativa de gobierno viable, creíble y confiable. Vamos, la gente de a pie los ve como partidos electoreros que buscan la sobrevivencia política de sus élites.

Y es que han optado a lo sumo por críticas individuales, algunas de ellas de despecho dado que no les tocó algo, pero no hay un pronunciamiento contundente, serio, del PAN y el PRD sobre el gobierno de Malova, y es que de hacerlo tendrán que ver hacia adentro de cada partido. Asumir que se equivocaron y no hicieron la diferencia. Ajustar cuentas con los militantes que hasta el último momento se encuentran medrando en algunas dependencias del Gobierno del Estado.

Explicar, además, cuál es ahora el diagnóstico que hacen del Estado y las propuestas que se tienen en común para sacar adelante a un estado metido en el escándalo mediático con regiones olvidadas y sus bolsas de pobreza crecientes.

En Sinaloa hay un déficit severo en materia de recursos públicos, las deudas del gobierno al cerrar el año podrían rondar en los 18 mil millones de pesos, si consideramos la parte proporcional que por año se incrementó, aún cuando los ex diputados federales todavía presumen que durante su legislatura obtuvieron presupuestos históricos para el estado.

Más todavía, la mayoría de los gobiernos municipales se encuentran quebrados financieramente y los agobia la escasez de recursos.

Es decir, quien integre el próximo Gobierno del Estado la tiene difícil, o como dice uno de los aspirantes del PRI cuando señala que hay algo de locura queriéndose sacar la “rifa del tigre”, porque será un estado de recursos escasos y una creciente demanda social, producto de la contracción económica federal y una caída estrepitosa de los ingresos del gobierno.

Partidos
Los tres partidos coaligados en torno a un candidato a Gobernador, que debería ser del PAN, por su peso específico, tienen más negativos que positivos.

El PAN se encuentra en serias dificultades para remontar su déficit electoral. Los comicios de 2013 y los federales de 2015, exhiben a un partido con dificultades para ser competitivo, incluso en coalición. En las municipales de 2013, sólo pudo ganar tres de los 18 municipios (Guasave, Angostura y Mazatlán), más uno de la coalición Ganas Tú con el PAS en Cosalá, y de los 24 distritos electorales sólo ganaron tres de ellos (3, 8 y 20), más el polémico Distrito electoral 16, donde fueron no sólo en alianza con el PAS, y le permitió ganar a Lucero Sánchez, a quien se le vincula con Joaquín “El Chapo” Guzmán, y en los ocho distritos federales sólo alcanzó el triunfo en el 4 de Guasave.

El PRD está peor con la salida de un sector que se fue a militar en Morena. En las elecciones municipales y diputados de 2013, se metamorfoseó en la coalición Ganas Tú con el PAN, y lo único obtenido a la vista fueron los dos diputados en esta Legislatura y algunas regidurías de representación proporcional. Y en la elección de diputados federales,exhibió lo que puede ser su peso específico con un 4 por ciento, que contrasta dramáticamente con el 18 por ciento de 1998, cuando llevaron a Rubén Rocha como su candidato a Gobernador.

El PAS, por su parte, va por su segunda participación en elecciones estatales -luego de su fracaso en 2015, al promover militantes suyos como candidatos independientes que no pudieron siquiera refrendar en las urnas las firmas de apoyo para el registro en cuatro distritos electorales-, en 2013 no logró ningún triunfo de mayoría relativa y las tres diputaciones son de representación proporcional, más un puñado de regidurías. Lo que pone en duda su control en la UAS.

En las elecciones de presidentes municipales, el PAS obtuvo 116 mil 296 votos más lo que le corresponde de los 472 votos en la alianza que obtuvo con el PRI-PVEM en Guasave; en tanto a nivel de diputados hay una caída hasta los 89 mil 361 votos, más los que le correspondan de los mil 135 votos en la alianza con el PRI-PVEM que sostuvo en Sinaloa Municipio, y los 230 de su alianza con el PAN-PRD en Cosalá.

En suma, es notoria la diferencia que tiene esta coalición de la histórica del PRI-PVEM y eventualmente con el Panal, sumados los votos de los tres partidos, en la mejor hipótesis de refrendo que es la de presidentes municipales, sería de 425 mil votos, y considerando que pudiera haber un 60 por ciento de participación este año, se necesitan para ganar la elección de Gobernador al menos 600 mil votos -la lista nominal supera los 2 millones de registros con credencial-.

Habría que agregar que en esta elección hay un ingrediente nuevo, que se suma al desprestigio que arrastra está coalición, y que es la presencia de candidatos independientes, tanto a Gobernador como presidentes municipales y diputados locales; estos, más menos, quitarán votos a ambas coaliciones y es previsible que la más afectada sea la de los partidos que ofrecieron el cambio y no lo hicieron. El voto de castigo es de esperar.

Se dirá que eso puede ayudar, porque fragmenta el voto, pero eso no es cierto empíricamente, la fragmentación es hermana del voto duro, y en eso el PRI, con todo lo incongruente, sigue teniendo la mayor lealtad en nuestro sistema de partidos. En fin, es hora de las reconsideraciones.

 

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