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2050 4 Marzo 2016

 



MALDITOS HÍPSTERS
Las bombas chafas de Columbine
Luis Valdez

 

Monterrey.- Los dos adolescentes losers que hace una década balacearon raza en la secundaria de Columbine, dejaron muertos y heridos, perdonaron un par de vidas, pero pusieron mal dos bombas que fácil hubieran matado a unos 600.

¿La causa? Un adolescente mal medicado, otro con depresión, el entorno juvenil que excediéndose en sus niveles de bullying, terminar por llenarles el saco de piedritas, al grado que uno de ellos (Dylan, por Dylan Thomas) pidió de regalo de Navidad un arma. Su madre, que siempre había sido una mojigata en contra de las armas, le dijo que nel.

De nada sirvió. En USA las armas se pueden comprar por correspondencia o en el Wallmart frente a tu casa.

Los dos amigos adolescentes se hicieron de un buen arsenal y se filmaron en video: Oh, miren, mi fusil está de poca madre, voy a metérselo por el trasero a todos hasta que se pongan a toser. Los odio, los odio a todos y me siento muy bien por eso.

Y los padres con la misma enfermedad vanidosa que los adolescentes que atormentaban a sus hijos: creyéndose don perfectos, biofísicos, pacifistas, gente con conciencia social.

Patrañas.

Tan ciega es la vanidad personal por creerse unos padres modelos, que no quieren ver que sus hijos no son unos adolescentes modelo. Que llevan vidas tristes, con amigos tristes, sin fiestas, sin grupos sociales para convivir, sin novias ni amor.

Y hoy es fecha que la madre de Dylan (hermano menor de Byron, por Lord Byron), escribe su autobiografía de madre señalada por la sociedad, y no se declara como víctima ni responsable, sino como alguien que no se esperaba tal proceder de un adolescente al que tuvo 18 años viviendo junto a ella. Un hijo al que en realidad desconocía.

Y no le queda de otra que responsabilizar a la cabecita del adolescente con algún extraño retorcimiento mental que seguramente lo provocó, porque asegura, que cada niño puede estar en riesgo de hacer algo similar sin ser propiamente malas personas.

¿Entonces la culpa no es del bullying?

¿Entonces la culpa no es de la vanidad ciega de los padres y compañeros adolescentes?

¡Viva América!

 

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