Suscribete

 
2059 17 Marzo 2016

 

 

Xipolite, donde las olas invocan...
Roberto Guillén

 

Monterrey.- Más allá del morbo, mucho más allá del morbo que suscita el urbano mundo teibolero de la city, Xipolite me trasladó al hombre Universal de Leonardo da Vinci.

Pero también a los nebulosos misterios del hombre de Neanderthal, de cuyo origen milenario dan cuenta los antropólogos. En ese sentido, la experiencia de Xipolite se traduce como un oleaje-temazcal de la conciencia y un encuentro silvestre con los elementos de la Naturaleza.

Donde la desnudez es un acto de ancestral liberación y un retorno al origen tachonado de estrellas y ausente de todas las toxinas que connota ese adjetivo que llaman biodegradable.

***
¿Y cómo fue que Xipolite se convirtió en una playa nudista? Le pregunto a Jean Francois, un canadiense con quien comparto el taxi colectivo que me lleva de Pochutla a la Playa.

Dicen que todo empezó por los setentas y ochentas, con unos hippies que se daban la libertad de andar desnudos, los chavos y las chavas se quitaban la ropa y andaban caminando por la playa y nadie les decía nada. Y luego la gente que venía a visitar Xipolite también hacía lo mismo y fue así como se fue haciendo la fama de una playa nudista. Aunque solamente te vamos a dar una recomendación –comenta un mexicano que acompaña al francés–, no trates de meterte  más adentro del mar, porque tiene muchas corrientes internas y te puedes ahogar…

***
Al descender en la calle Roca Blanca, de inmediato me traslado a la Playa, que se ubica a unos 70 metros de distancia, donde observo cómo un matrimonio, acompañado de su pequeña hija, no despegan los ojos de un hombre rubio, fortachón y de unos dos metros de estatura, que placenteramente camina por la playa y  también placenteramente exhibe su Desnudez.

No sabría decirles quién estaba más clavado en la portentosa anatomía del Hombre, que a ratos parecía un vikingo, a ratos parecía un soberbio australiano y también un singular espécimen canadiense, en cuya espalda portaba sus pertenencias en una mochila. Obviamente su andar invocaba la aparición de Eva, que con el paso de las horas, irían apareciendo tal como Diosito las trajo al mundo. Frutal, la playa se tornó edénicamente Frutal…

***

“¿Qué fue primero: el sexo o el amor?”

***
Distraídamente caminaba en pelotas y sintiendo el placer de la húmeda arena en las plantas de mis pies, cuando de pronto tenía frente a mis pupilas la bella encarnación de una Sirena: en ese preciso instante una hermosa joven rubia se despojaba de su ropa para vestirse con las olas del Mar. La escena me resultó de un lirismo que oscilaba con el misticismo de una Aparición, que así decidimos bautizar a la playa: Xipolite, donde las olas invocan la Aparición de Adan y Eva…

***
Fish and Love, es el nombre de un restaurant donde fui Feliz. Nada pretencioso y con la frescura libertina de pronunciar esa frasesuca de rigor: en el mar la vida es más sabrosa. A media luz, como los restaurantes italianos, pero con un placentero fondo musical del folklor cubano, el Fish and Love me hizo pensar en ese bello filme francés que lleva por nombre el Banquete de Babet… ahhhh…qué rico se come en el Fish and Love…

***
En la taberna-montaña del Alquimista una punta de sátiros británicos exhiben su alegría de vivir entre tangas de chillante naranja. Frente a ellos, una cofradía de chilangos lúbricos y regordetos, se maravillan ante la desnudez de un francés que ha ingresado a la Montaña del Alquimista con las bolas al aire, provocando la risa-hiena de los británicos. Y un outsider de Monterrey musita para sus adentros: ...pobrecito de Almodóvar, se perdió la escena de su vida… pobrecito…

***
Y por la mañana, mientras me comía un plato de frutas con una linda chilanguita que me obsequió la Magia de Xipolite, de cuando en cuando viraba mi rostro hacia la playa, donde Eva mostraba generosamente sus pechos al aire. Frutal, edénicamente Frutal…


Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com