Suscribete

 
2088 27 Abril 2016

 

 

Motivos quiere la muerte
Eligio Coronado

 

Monterrey.- En Motivos quiere la muerte*, Juan Manuel Carreño nos ofrece setenta y nueve razones para estructurar textos sobre la desaparición de personas en forma intencional o por accidente.

Por mirar feo, por cambiar de opinión, por querer más acción pasional, por un malentendido o por no reírse de los chistes, son algunas de las excusas que aparecen brevemente desarrolladas en este muestrario del crimen literario.
Aunque invariablemente y contra su voluntad, todo lo que escribe Juan Manuel conduce al humor, hay que señalar que no es esa su intención, salvo excepciones.

También es evidente que ya ha alcanzado el oficio que sus historias requerían para ser plasmadas. Para él no hay obstáculos estilísticos o semánticos que lo frenen: Juan Manuel ya sabe cómo escribir lo que nos quiere contar.

Treinta y ocho de sus historias comienzan con la frase “Lo maté” y treinta y dos con la variante “La maté”. Dichas frases funcionan como mantras para generar la proliferación de textos en donde cada palabra ocupa el lugar preciso para apuntalar el andamiaje narrativo: “La maté porque después de cinco años de casados y de ser padre de dos chamacos, el doctor me dijo que yo siempre había sido estéril” (p. 51), “Lo maté porque me dijo que el billete que le di era falso y que llamaría a la policía. Yo no tengo culpa de que a la copiadora de color se le haya metido una mosca” (p. 39).

Entre tantas historias rápidas (todas ellas numeradas y sin título), contenidas en 41 páginas, descartando la “Presentación” y la “Introducción”, destaca la número 74 por ser la más completa en su elaboración y en la exposición de sus motivos (cuatro: engaño, estupidez, coraje y deseo de venganza): “Lo maté porque me engañó. Dijo que el número que siempre le compro, había salido premiado con un millón de pesos, pero que al no encontrarme ayer, se lo vendió a un cantinero y a dos meseras del mismo negocio. Si no fuera por su estupidez, ahora sería millonario. Merecía morir” (p. 51).

Sin importar que los móviles de los crímenes sean a veces inverosímiles o ridículos, Carreño (Monterrey, N.L., 1954) sigue sus instintos creativos porque sabe que la historia hay que atraparla cuando aparece. De no hacerlo, sus contornos se irán diluyendo y, al tratar de reconstruirla, el resultado puede ser incompleto o al menos decepcionante.

* Juan Manuel Carreño. Motivos quiere la muerte. 2ª. ed. Monterrey, N.L.: Edit. Luna de Papel, 2015. 54 pp.


Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com