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2123 15 Junio 2016

 

 

Textículos
Eligio Coronado

 

Monterrey.- Un vampiro muere feliz al ver su primer amanecer, una mujer es devorada por su bolso, un bibliotecario escribe por accidente una obra insólita, un hombre comienza a vivir cuando muere, el cadáver de un fumador se esfuma, dos sombras se besan en una esquina sentenciando el destino de la pareja que las proyecta, una mujer eructa mariposas ante un galán...

...un pordiosero declama poemas nerudianos a un maniquí, una mujer propina varias puñaladas metafóricas a un pretendiente, un hombre hematófago se alimenta del cuello de una dama y un septuagenario emigra al norte, volando con las aves.

La fantasía le otorga otra dimensión a estas realidades con una fuerte dosis de sorpresa. Así, el vampiro sabía que moriría si el sol lo tocaba, pero quería ser sacudido por la belleza espectacular de una alborada, el bolso que engulle a la mujer es de piel de cocodrilo y el bibliotecario produce una obra única al acomodar las palabras de un libro cuyo contenido se desordenó al caérsele.

¿Estamos cerca o lejos de la fantasía en este mundo tan violentamente realista? Estamos tan cerca como la imaginación nos lo permita y tan lejos como la autocensura nos amordace.

En Textículos*, Marcos Rodríguez Leija logra revertir el conformismo habitual para generar otros desenlaces en estas historias que, de otro modo, hubieran fenecido en la rutina asfixiante.

Por ejemplo: el vampiro seguiría atrapado en la angustia de no poder admirar por una vez el alba, el bolso de cocodrilo no se habría vengado de la dama, el bibliotecario habría arrumbado el libro maltrecho, el ahora muerto seguiría seudoviviendo, el fumador seguiría fumando, las sombras no habrían unido a sus proyectadores, la mujer de las mariposas no sería vista como una devoradora de insectos, el pordiosero declamador no seguiría siendo visto como un loco, el pretendiente no habría sido acuchillado por el desprecio, el hematófago se habría regenerado y el septuagenario no habría cumplido el sueño de su vida.

De estas historia destacan tres: “Un final feliz” (del vampiro que se autoinmola), “Renacer” (del hombre que vivía muerto) e “Inevitable” (del fumador cuyo cadáver se esfuma). En este cuento el hombre fumaba tanto que su cuerpo era ya puro humo y por eso al morir se esfuma, es decir, se vuelve humo. La cruel metáfora es que el cigarro se fumó a este hombre hasta que lo consumió.

* Marcos Rodríguez Leija. Textículos. Monterrey, N.L.: Edit. Poetazos, 2016. 30 pp. (Serie: Texto K’ El Otro; Libro de bolsillo: 10.5 x 7 cms.)


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