Protesta en Argentina contra visita de Peña
Adriana Garza
Buenos Aires.- El viernes 29 de julio, en la capital argentina, el presidente Mauricio Macri recibía a Enrique Peña Nieto, junto con otros funcionarios y empresarios de diferentes compañías mexicanas.
La bienvenida del gobierno argentino al presidente mexicano, se llevó a cabo en la Plaza de San Martín, en donde se le entregaron a Enrique Peña Nieto “las llaves de la ciudad”. Qué no sabe el gobierno de Argentina que entregarle a este sujeto las llaves es vender a su país, como lo ha venido haciendo Peña Nieto en México desde el inicio de su sexenio, con todas sus reformas y su política de privatización, que responde nada más y nada menos que al contexto geopolítico y económico que enfrentamos mundialmente.
¿Qué habrán pensado los argentinos, cuando escucharon en la conferencia de prensa hablar al presidente mexicano, diciendo que ambos países vislumbran futuros similares “por ser fieles defensores de las libertades humanas, de los derechos humanos y de combatir las organizaciones criminales”?
Los argentinos que acudieron ese mismo día a la protesta por la visita del presidente mexicano, estaban informados sobre lo que acontece en el país. Por eso unos días antes de la llegada de Enrique Peña Nieto, se ocuparon en juntar firmas para entregar una carta a Macri; en la cual solicitaban que el presidente argentino fijara una postura ante las tan sonadas violaciones en materia de derechos humanos, por la represión que existe en México, por la corrupción y la impunidad que no pasa desapercibida del gobierno mexicano, por la inseguridad que azota a todo el país. Adicionalmente se conocen los casos de Ayotzinapa, y de otros más recientes sucesos, como los de Oaxaca y las protestas de maestros ante la Reforma Educativa, que responden a la lógica de comercio, que sin duda están lejos de apoyar y repudian los manifestantes. Sin embargo, el presidente Mauricio Macri no mencionó nada públicamente sobre estos acontecimientos.
Enrique Peña Nieto, durante su visita a la Argentina, resaltó en su discurso que durante su sexenio, el país ha logrado un mayor desarrollo, mayor justicia social y mejores oportunidades. En México, los medios de comunicación, mencionaban cosas distintas: se anunciaba un aumento en el precio de la gasolina, se informaba de una disminución en el crecimiento del PIB, se reportaban un total de 51 asesinados en 10 estados de la república en menos de 48 horas y se continuaba exigiendo justicia por los muertos de Nochixtlán y el multihomicidio de la Narvarte.
En la plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, lugar donde se reunieron después para un almuerzo ambos presidentes, se manifestaban tras la barricada un grupo numeroso, frente a la policía federal; presentes mexicanos, jóvenes latinoamericanos, organizaciones sociales, estudiantes, maestros, diputados, algunas madres de la plaza de Mayo, y miembros de diferentes partidos para repudiar la visita de Enrique Peña Nieto al país, quien no pudo ingresar por el frente de la Casa Rosada, debido al gran número de opositores, lo cual lo obligo a modificar su agenda del día con intención de no enfrentarse a los cientos de indignados que lo esperaban.
En la barricada se podía observar que había banderas de México, carteles, pancartas, imágenes de los rostros de los 43 alumnos desaparecidos de Ayotnizapa y siluetas de cuerpos pintados en el piso haciendo alusión a las miles de muertes de mexicanos.
En los carteles sostenidos por los manifestantes se podía leer: “Fuera Peña Nieto de Argentina”, “Asesino de estudiantes, maestros y mexicanos”, “Peña Nieto no queremos tu disculpa, queremos tu renuncia”, “México verdad y justicia ya”, “aguante CNTE”, “ no a las reformas anti-educativas de EPN y Macri”, “Enrique Peña Nieto principal responsable de personas muertas y desaparecidas en México, socio de los narcotraficantes”, “Terrorismo de estado nunca más”. Mismos que fueron llevados por los asistentes en la marcha que reunió aproximadamente a 300 manifestantes, desde Plaza de Mayo por la tarde, rumbo a la Cancillería donde se encontraba reunido Enrique Peña Nieto con empresarios mexicanos y argentinos, con intenciones de firmar nuevos acuerdos comerciales, buscando que el gobierno argentino también forme parte de la Alianza del Pacífico. Los asistentes se mostraron en contra de los tratados de libre comercio y de las nuevas reformas que responden a políticas impulsadas por la economía neoliberal. Ante la necesidad del gobierno de Argentina de conseguir recursos monetarios y como decisión geopolítica o de “cambio”, como ha optado por llamar el presidente Mauricio Macri, han decidido unirse a los países miembros de la OCDE, según anunciaron recientemente.
Ese mismo día, tirado en el suelo de la Plaza de Mayo, un periódico (Le Monde Diplomatique) con fecha reciente mostraba en su portada “ESTALLA EUROPA”, “la salida de Gran Bretaña, la resistencia popular a las policías neoliberales y el conflicto migratorio profundizan la crisis europea.”
Ante esta ola de desintegración en Europa, ¿qué papel jugará América Latina?
