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2158 3 Agosto 2016

 

 

Venezuela y los enredos digitales
Eloy Garza González

 

Monterrey.- Las protestas masivas en Venezuela no se organizan en los medios masivos sino en las redes sociales. Los opositores al gobierno de Nicolás Maduro, se convocan por Twitter y Facebook, no mediante televisión o radio.

Pero el gobierno de Maduro responde con formatos antiguos: su centro de propaganda es la televisión pública. Ahí radica su error. No sería la primera vez que las redes sociales ayudan a tumbar gobiernos, aunque no sepamos aún si contribuyen a formarlos.

Intelectuales como el norteamericano Malcom Gladwell o el ruso Evegny Mozorov suponen que las redes sociales no son relevantes en los cismas de mandos de gobierno. Otros analistas como Jeff Jarvis y Jay Rosen aconsejan prudencia al calificar el peso de Twitter o Facebook en acontecimientos históricos.

Sin embargo, no puede negarse la influencia de las redes sociales en hechos que serán parteaguas en la historia moderna de ese país. Gladwell respondería: hubo revoluciones mucho antes de que apareciesen las redes sociales. Pero no pondera la rapidez con que se propagan ahora las ideas. La difusión inmediata de un sentimiento colectivo es fenómeno nuevo. En minutos se transmiten grandes flujos de información, con lo que la gente pasa de ser espectadores a participantes activos.

Así se diseminan valores compartidos en un clima de zozobra económica, violencia urbana y parálisis política, aunado a tecnologías sociales en expansión. A partir de ese quiebre social, las posibilidades de un movimiento subversivo son inminentes. Ya ocurre en Venezuela. El país que seguirá es México, de no canalizarse el descontento de buena parte de su población.


 

 

15diario.com