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2179 1 Septiembre 2016

 

 

DISPARATES
Zipizape en el gallinero
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- A Marco González (el Pollo), lo iban a desplumar para mandarlo al asador ipso facto, despojado de la coordinación de los diputados del PRI. De los 16 diputados tricolores, 14 apoyaron su remoción, quesque nomás de pura onda, ya le tocaba.

El prruum vino porque el enjuague se dio luego del rechazo a las cuentas públicas de los ex gobernadores Natividad González Parás y Rodrigo Medina. Se tomó como un castigo, por haber traicionado a sus padrinos putativos.

Curioso en verdad, pues sus compañeros de partido rechazaron los mismos dictámenes.

Hasta después que Marco percibió que le estaban despojando de ropa interior –sin quitarle la exterior– dijo pío: lo consideró un ataque de dos grupos opositores.

Sus cofrades no le hicieron caso, esperando del comité estatal del PRI la aprobación de su solicitud. Solo que el Pollo mencionó el llamado del líder nacional, Enrique Ochoa, de no solapar a los corruptos y denunciarlos.

Y hasta la capital fue a dar el chisme gallináceo; pese a la solicitud de 14 diputados locales y otros acoplados, Marco González no será removido por lo pronto, pero los espolonazos y picotazos seguirán, auspiciados por mamá gallina.

Este sainete es un preludio de lo que provocará Enrique Ochoa con sus dichos. Hasta ahora son agua de borraja, para justificar la venganza personal de Peña Nieto, canibalismo contra los gobernadores que perdieron la elección.

Pero si más delante se ve que la cosa va en serio, habrá un diluvio de pendencias que no se las acabarán en lo que resta del sexenio.

En Nuevo León, varios militantes andan frenéticos por llevar a la guillotina al dúo Nati-Rodrigo, puro frustrado de no estar mamando ubre presupuestal; esto se va a replicar por todo el país, mientras sigan alborotando la gallera.

a_hugo16@hotmail.com


 

 

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