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2184 8 Septiembre 2016

 



40 años del PRT
Daniel Salazar M.

 

Monterrey.- Este mes, el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) cumplirá 40 años de haberse fundado. Con este motivo, ha iniciado a nivel nacional una jornada conmemorativa que contempla, entre otras actividades, la difusión de su historia y su proyecto político.

Por considerar importante para las luchas actuales esa experiencia y la singularidad revolucionaria de su programa, me permito referir aquí lo más destacado de su trayecto:

“La fundación del PRT se llevó a cabo un 18 de septiembre de 1976 con lo que culminaba un proceso de unificación entre diversas organizaciones identificadas con el trotskismo; esto –lo comentan sus propios militantes– solo después de haber entendido que los acuerdos principistas eran más importantes que sus diferencias tácticas”.
                                                                                                                            Según un documento recientemente elaborado por la dirección de este partido y del cual se retoman fragmentos enteros, los principios estipulados en su fundación siguen en lo general, vigentes, manteniendo en perspectiva la necesidad de organizar un instrumento político para la revolución socialista. El documento refiere además que, tales Principios y el Programa que se derivó de ellos, fueron enriquecidos y corregidos a lo largo de los años “sobre la base de la experiencia y la actualización del pensamiento marxista”. El Congreso de 1979 incorporaría el Feminismo como parte de su Programa y Principios.

Más adelante –en el Congreso de 1996– el PRT aprobó un texto programático sobre “autonomía indígena” y otro sobre el “ecosocialismo”.

En 2010 incorporó la perspectiva de Partido Amplio de la Clase Trabajadora, para superar la visión del “reagrupamiento socialista”.

En el PRT se considera que la lealtad a los principios no debe ser dogmática dado que el pensamiento se está actualizando permanentemente por medio del análisis marxista de los nuevos desarrollos de la realidad.

Consecuentemente, su Congreso de 1996, además de incorporar las tesis sobre la autonomía indígena mencionada, actualizó –con motivo del desplome de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín– su perspectiva de “revolución política” en los “Estados obreros”. Todavía hoy, el PRT –y a la Cuarta Internacional de la que forma parte– elaboran la revaloración del imperialismo y de los conflictos interimperialistas, después del fin de la llamada Guerra Fría y del “mundo bipolar”.

Del 68 al 88 y la influencia de la izquierda socialista
El PRT surgió durante el periodo de radicalización y ascenso revolucionario abierto en 1968. Las represiones del 2 de octubre y del 10 de junio del 71, marcaron su desarrollo para el que hubo que sostener debates con las visiones “movimientistas” post ´68 que, si bien eran críticos de la burocracia partidaria, eran también apartidistas. Aquellos debates incluyeron obligadamente el “ultraizquierdismo” debido a la perspectiva militarista que sostenía diversos grupos frente a la represión inclemente del régimen “priista”.

Eso fue una base para la respuesta que el PRT asumiría ante la Reforma Política de Reyes Heroles durante el gobierno de López Portillo (1978-79). El PRT reclamaba, por un lado, el respeto a los derechos democráticos –incluido el reconocimiento legal de los partidos de izquierda–, pero al mismo tiempo, denunciaba la persistencia de la antidemocracia en el país. Su candidata presidencial en 1982 –Rosario Ibarra de Piedra– representó claramente esta visión debido a que era madre de un desaparecido político.

Con la postulación de Rosario, el PRT dejaba en claro que no se prestaba a la pretensión del régimen de presumir que la democracia supuesta se había alcanzado solamente con el reconocimiento legal de los partidos de izquierda. Al mismo tiempo que Rosario Ibarra se convertía en la primera mujer candidata a la presidencia de la república en la historia de México, su campaña –al reclamar la presentación con vida de los desaparecidos políticos– sostenía claramente que “no hay democracia con desaparecidos”...

En la historia del PRT, pueden localizarse también las primeras candidaturas de lesbianas y homosexuales como parte del reclamo de derechos civiles exigido desde el movimiento y las primeras marchas del orgullo gay.

Con todo, el ascenso revolucionario después del 68 permitió, sobre la base de definiciones centrales ante el nuevo periodo, que el PRT conociera un rápido desarrollo.

El 68 abría un nuevo ascenso de masas en el mundo y en México donde, pese a la represión contra el movimiento estudiantil de aquel año, después de un cierto reflujo, continuaría extendiéndose hacia otros sectores del pueblo trabajador que, por haber estado controlados por el corporativismo priísta, no pudieron expresar su solidaridad activa e independiente con el movimiento estudiantil de aquel año.

[Continuará...]

Fuente: Partido Revolucionario de las y los Trabajadores.

Prt_mty_nl@hotmail.com

 

 

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