Emilia Pesci: hacer posible lo imposible
Daniel Salazar M.
Monterrey.- Como se sabe, la candidata Emilia Pesci y su “Cabildo Ciudadano” lograron registrarse ante el Instituto Electoral de Zacatecas. Sus nombres y su multicolor logotipo, aparecerán este 4 de diciembre en todas las boletas electorales.
Su corta campaña estuvo llena de audaz iniciativa. Inició desde el momento en que se abrieron paso al tomar la tribuna del Congreso exigiendo a los legisladores la nulidad de la Convocatoria por ellos expedida debido a que descartaba la posibilidad de su registro y resguardaba, eso sí, el “derecho exclusivo” de los partidos a disputar la administración capitalina.
Cuando Emilia solicitó registro legal como Candidata Independiente, el inicuo organismo electoral se lo negó arguyendo que la solicitante no había participado en la elección ordinaria (anulada). Finalmente, la Sala Regional del Tribunal Electoral en Monterrey le dio la razón y obligó al Congreso del estado a emitir otra Convocatoria con la que Emilia y su equipo, podrían meterse de lleno en la contienda. De ahí se fueron a la colecta de firmas y al conseguirlas, dejaron atrás “el último obstáculo” de su peregrinar frente a las vetustas instituciones de gobierno.
Precedida a un impecable historial y gracias a su acertada táctica, la candidata Pesci aprovechó muy bien el debate organizado por el IEEZ para situarse en un primer plano entre los referentes políticos de la entidad. Ella y su colectivo representan, sin duda, una bocanada de aire fresco ante la difícil situación que se vive y la evidente descomposición de los partidos e instituciones electorales. A fuerza de ideas y de su insobornable independencia organizativa, sus propuestas crecieron aún entre quienes auguraban su fracaso o les recomendaban auxiliarse de algún partido político.
Pero ellos están muy lejos de perseguir un interés personal o de representar en Zacatecas una simple candidatura independiente tipo Kumamoto (Jalisco), Clouthier (Sinaloa), o la del propio “Bronco” en Nuevo León. Emilia y su equipo, supieron escudriñar a tiempo la “pequeña rendija” que se abrió en la legislación bajo el nombre de “candidaturas independientes”; se lanzaron con todo para esgrimirla y lograron posicionar su causa: “la de los pobres, de las mujeres, los migrantes y los cientos de muertos y desaparecidos por la violencia…”
Estoy convencido, que Emilia Pesci representa mucho más que una candidatura honesta, tal como la describen los bien intencionados comentarios de sus simpatizantes. Emilia, su Cabildo Ciudadano y la Asamblea Popular Zacatecas son, en su mayoría, jóvenes talentosos y sensibles, pendientes de los problemas de la ciudad, del país y de su estado.
Provienen de pequeñas o medianas reyertas universitarias, pero no han dejado de crecer desde su abrupta aparición en el movimiento estudiantil “#Yo soy 132”. Hace tiempo que se identifican o forman parte de las mejores causas: las de los estudiantes; de los trabajadores del campo y la ciudad; de los pueblos originarios de México. Apoyan la resistencia de las comunidades rurales desplazadas por las compañías mineras; enarbolan demandas de género y son en Zacatecas, los más resueltos defensores de libertades democráticas. A todos ellos les preocupa el medio ambiente, a tal grado que han llegado a entender que el irracional desarrollo del capitalismo mundial y el cambio climático, son una real amenaza para la continuidad de la especie humana.
El debate entre los aspirantes a la alcaldía (con todo y su acartonado formato), dejó en claro lo que ya era evidente: que la propuesta de Emilia representa, desde la izquierda ciudadana, el mejor de los proyectos hoy en disputa. “Retomar junto al pueblo la conducción de su propio destino”, fue sin duda uno de sus más nobles pensamientos que la dibuja de cuerpo entero y la sitúa muy por encima de sus contrincantes.
De ganar las elecciones, el nuevo Cabildo Ciudadano ha dicho que administrará de puertas abiertas y de manera itinerante; que fomentará la auto organización ciudadana en la toma de decisiones y para la administración de los bienes públicos. Está comprometido a realizar auditorías para localizar a los que han saqueado el municipio y, ante la violencia provocada por la falta de oportunidades y la marginación social, piensa que ese círculo vicioso puede romperse de la mano del deporte, el arte, la cultura y nuevas fuentes de trabajo.
A la histórica ciudad en la que Villa derrotara la usurpación huertista, no le conforma el turismo, la callejoneada o el resguardo de sus edificios en cantera rosa; tampoco eso de que la llamen “pueblo mágico”. La capital del estado mostrará toda su grandeza –dice Emilia– solo hasta que sus habitantes –todos– disfruten la vida plenamente.
Por todas estas razones, es deseo de un servidor, que los zacatecanos abracen esta propuesta, la hagan suya y la lleven a la victoria. Para eso, tendrán que salir de sus casas, ir a votar y respaldar a la joven universitaria y a su aguerrido Cabildo Ciudadano. Espero que el llamado que Emilia Pesci hiciera a la población, haya recibido [ayer domingo] todo el apoyo esperado: “No se necesita ser un genio para darse cuenta que las cosas van empeorando y que las administraciones no han asumido su responsabilidad ¡Nosotros queremos hacerlo! Tenemos el mejor proyecto; apóyalo para llevarlo a la Presidencia… ¡Hagamos posible lo imposible!”.
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