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2291 6 Febrero 2017

 

 

¿Quién es Sheldon Adelson?
Eloy Garza González

 

Monterrey.- Los high rollers (los grandes apostadores), son asiáticos. En el orden mundial, acaparan el espacio del que quiere salirse Trump en el comercio global. En Las Vegas son los jugadores que no pierden el tiempo en las máquinas del Venetia o del Wynn. Van directo al Black Jack: a ganar grandes fortunas en pocos minutos, o a perderlo todo. Los high rollers no se andan con rodeos.

Sin embargo, en Las Vegas hay otro tipo de high rollers. Son los multimillonarios que apuestan fuerte a las campañas políticas. El más poderoso miembro de este club es, junto con Steve Wynn, Sheldon Adelson. Nació en Boston y es uno de los emperadores de Las Vegas, con un patrimonio personal de 40 mil millones de dólares. Su padre era conductor de Taxi, pero el hijo supo amasar una fortuna como dueño de algunos de los más grandes hoteles casinos del mundo, como el Venetia Macao (que con sus 80 mil visitantes diarios recibe más turistas que Marruecos) y Marina Bay Sands, en Singapur.

En buena medida, Donald Trump es presidente gracias a Adelson. Sin la participación de este anciano high rollers, confinado a una silla de ruedas, hubiera sido difícil que Trump ganara la elección. Adelson le alineó los astros. No es la primera vez que quiere influir en las contiendas electorales. Tampoco es el único. Los más conocidos donantes de campañas políticas en EUA son los hermanos Charles y David Kosh, magnates del petróleo. Sin embargo, Adelson está dispuesto a llegar con sus talonarios hasta las últimas consecuencias en su respaldo electoral. En 2012, patrocinó las campañas de los republicanos, Newt Gingrich y Mitt Romney.

Al inicio de las campañas presidenciales de 2016, Adelson no confiaba en Trump (se guardaban mutuo recelo), por eso prefirió hacer una concentración de aspirantes presidenciales en la Coalición Judía Republicana, en el Venetian, Las Vegas. Los precandidatos pasaron ante el multimillonario, uno por uno, como en casting. La pasarela, en el hangar de su flotilla de aviones y luego de una tarde de golf, fue conocida como “Las Primarias de Adelson”, pero ninguno de estos precandidatos le llenaron el ojo.

Donald  Trump no aceptó participar: su ego es muy grande como para someterlo al hijo de un taxista. Pero Adelson le dobló las manos cuando prometió interceder por él ante el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Esto gracias a que la esposa de Adelson, Miriam Ochsorn, es íntima del político israelí y a que el matrimonio es dueño en ese país de uno de los más importantes periódicos: Cirio. El acuerdo entre Adelson y Trump consistió en que, como Presidente, tendría que apoyar a Israel contra Palestina. Es por eso que Netanyahu recibió con júbilo la noticia del triunfo presidencial de Trump y apoyó en Twitter la construcción del muro en la frontera con México: “yo construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel que detuvo toda la inmigración ilegales. Gran éxito. Gran idea”.

Después de varias administraciones en las que intentó influir comprando voluntades, Adelson, el viejo high rollers logró su sueño de entrar en volandas por la puerta grande a la Casa Blanca. Veremos si le resulta buen negocio.

 

 

 

15diario.com